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GOBIERNO DE LA PROVINCIA Y HECHOS SALIENTES, 1 7 7 6 A 1 7 8 4 2 0 7 guerras existentes entre España e Inglaterra no habían permitido la realización de ese proyecto; ahora, ante las nuevas insistencias de don José de Gálvez, ministro de Indias, y asimismo de los deseos manifes­ tados por el monarca, el Provincial y los Definidores acordaron (13 de febrero de 1783) acceder cuanto antes a lo solicitado y «determinaron dirigir carta circular a los conventos de la provincia, a fin de que los religiosos que, encendidos en la gloria de Dios y salvación de las almas, quisiesen dedicarse a tan santos ministerios, pudiesen suscribir voluntariamente, quedando al arbitrio de nuestro P. Provincial la elec­ ción y señalamiento de los que han de ser enviados entre los que hayan presentado su firma». Al efecto fueron remitidas cartas a todos los conventos, comunicando al propio tiempo había sido electo para Pre­ fecto el P. Isidoro de Fermoselle, que era Definidor y había sido pedido a tal objeto por el ministro de Indias, Gálvez, a quien el 3 de marzo se comunicaba oficialmente esta determinación (45). No obstante la urgencia que había, las cosas no marcharon a ritmo tan acelerado. Hasta octubre y noviembre del mismo año 1783 no pudieron congregarse en Madrid y partir para Cádiz los religiosos desig­ nados (46). Afortunadamente se ha conservado la «lista de los religio­ sos capuchinos de esta provincia de la Encarnación de las dos Castillas, que voluntariamente se han ofrecido y están prontos a ir a la ciudad de La Habana con el fin de establecer en ella un Colegio de Misioneros que cultiven espiritualmente la isla de Cuba, Luisiana y Florida, tra­ tando con eficacia de la conversión de los infieles de ésta según las piadosas intenciones del rey nuestro señor, que Dios guarde». Y esa larga lista se compone de 21 Padres, siete Hermanos y un donado, 29 en total. Prueba inequívoca de la buena disposición que había en la pro­ vincia para aceptar esa misión y del entusiasmo que despertó entre los religiosos. Al frente iba el P. Isidoro de Fermoselle, Definidor segundo, en calidad de Prefecto, y otro de los Definidores, el P. Joaquín de Ajofrín, Guardián que fue de Toro, formaba parte de aquella expedi­ ción (47). Todos los mencionados religiosos destinados a La Habana se em­ barcaron en Cádiz el 9 de febrero, rumbo a Canarias, de donde nave- (45) VA. 560-61. (46) lbíd., 564; no se nos han conservado «los papeles y reales órdenes res­ pectivas a la referida misión», que existían en el Archivo provincial, según afirma el Viridario. (47) Esta es la lista completa. Además de los PP. Fermoselle y Ajofrín, los PP. Hilario de Villaviciosa, Cipriano de La Mota, José de Jerez, Jerónimo de Cifuentes, Ramón de Vilach, Andrés de Lanciego, Joaquín de Portillo, Tomás de Berrón, Francisco de Azuqueca, Ramón de Tamames, Luis de San Millán, Santiago de Rocamundo, Mariano de Agreda, Baltasar de Pozoantiguo, Bernardo de Deva, Agustín de Busto, Pedro de Zamora, Mariano de Brúñete y Esteban de Valoría; Hermanos Fr. Miguel de Torrubia, Fr. Bernardino de Torralba, Serafín de Vitoria, Valeriano de La Osa, Eduardo de Nava, José de Sayatán, Domingo de Alaejos y el donado Fernando de Mora (Archivo Arzobispal de La Habana, Comunica­ ciones y Cédulas Reales, 64-21, p. 156).

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