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3. En mayo de 1782 debía tenerse en Roma el Capítulo general. Dadas las dificultades del viaje, era preciso tomar las cosas con antici­ pación para poder llegar a tiempo. Así el P. Bustillo designó oportuna­ mente por Vicario provincial al P. Julián de Guaza, que había sido antes Definidor y era actualmente Custodio de provincia, elegido el 29 de abril de 1780 por fallecimiento del P. Domingo de Madrid, muerto el 26 de marzo, y, en compañía de los dos Custodios generales, salía de Madrid el 26 de agosto de 1781; el primer alto en el camino fue en el convento de Alcalá (22). Desde este convento dirigió el P. Bustillo una carta a D. José Gál- vez, ministro de Indias. Le exponía que la misma tarde de su salida de ia corte le había hablado de su parte el obispo de Arequipa, Ilustrí- simo D. Fr. Miguel de Pamplona, capuchino, acerca de una misión que el rey quería establecer en Panzacola y su contorno y de la que quería se hiciese cargo la provincia de Castilla. Le participa era conve­ niente expusiese por escrito lo que se proyectaba y que lo comunicase al P. Vicario provincial y Definidores, los que quedaban ya entera­ dos (23). Gálvez se dirigió luego por carta al Vicario provincial (San Ildefonso, 8 de septiembre de 1781), refiriéndole cómo el 24 de abril de 1781 había escrito el obispo de Cuba diciendo que en agosto de 1779 arribó a La Habana el P. Antonio de Muro, capuchino (24): que había predicado allí y en otras varias partes, logrando fruto extraordinario, en vista de lo cual se había animado a llevar Capuchinos a su diócesis, con la intención de que se fundase en La Habana un Colegio de Misio­ neros; de ese modo atendería a las necesidades espirituales de sus fieles y de las provincias de Mississippi (Luisiana). Gálvez termina pregun­ tando si la provincia de Castilla estaba dispuesta a establecer en la capital de Cuba, con las finalidades mencionadas, un Colegio de Misio­ neros (25). Al Vicario provincial le faltó tiempo para reunir a los Definidores y PP. Ex-Provinciales y exponerles el proyecto de Gálvez. Todos admi­ tieron por unanimidad la fundación de aquel Colegio de misioneros (26), y así se lo comunicaba el P. Julián de Guaza a Gálvez (11 de septiem­ bre), agregando que a eso le forzaban la piedad del rey y el deseo 2 0 2 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA (22) VA, 534, 546. (23) Carta del P. Bustillo, convento de Alcalá de Henares, 28 agosto 1781 (Archivo General de Indias [AG I], Santo Domingo, 2272); Archivo Provincial de Capuchinos de Valencia, carpeta D, leg. 36, n. 523 (es copia); APC, 18/7. (24) Este religioso pertenecía a la provincia de Valencia; en 1778 marchó a América en calidad de Comisario y Visitador de las misiones circulares que allí venían realizando los Capuchinos valencianos, formando el 15 de marzo de 1779 los estatutos por los que se regiría el Hospicio de Misiones de Capuchinos en Santa Fe de Bogotá (cfr. Antonio de A lcá cer, O. F. M. Cap., La Capuchina. Iglesia y convento de Capuchinos en Santafé de Bogotá, Bogotá 1959, 66s., y: El con­ vento del Socorro, primer convento capuchino en América (1781-1819), Bogotá, 1960. (25) Carta de don José de Gálvez, San Ildefonso, 8 septiembre 1781 (AGI, Santo Domingo, 2272). (26) VA, 547.

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