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Definidor, P. Basilio de Agreda (17), quien, con las dificultades apun­ tadas y el barullo de pleitos y recursos, continuó al frente de la provin­ cia hasta la elección de nuevos superiores, el 8 de octubre de 1779. 2. El nuevo Provincial fue el P. Nicolás de Bustillo, que no había sido Definidor, sí en cambio Lector de filosofía y teología y Guardián de San Antonio y Alcalá de Henares en el trienio anterior (18). No nos consta se hayan dado entonces nuevas ordenaciones, como se acostumbraba hacer en todos los Capítulos; se dieron, en cambio, en forma de carta circular poco después de hacer el P. Provincial la visita y al tener lugar la Congregación intermedia el 27 de abril de 1781. Se insistía en ellas de modo particular en la fiel guarda de la pobreza al igual que en la exacta observancia regular y del mismo modo en el cumplimiento de las ordenaciones del P. Colindres, ame­ nazando incluso al Guardián que fuese remiso en hacer cumplir las Constituciones y ordenaciones, formarle proceso y suspenderle del cargo por tiempo determinado (19). A primera vista parece que la elección del P. Bustillo vino a ser una reacción contra los partidarios del P. Juan de Zamora y de los superiores anteriores. Quizá pueda encontrarse algún apoyo para tal afirmación en lo sucedido con el P. Francisco de Villalpando, defensor del P. Zamora y su obra en El Pardo, y más que todo con el curso filo­ sófico de aquél. De todos modos hay que reconocer que también en este trienio se dejaron sentir no pocos descontentos e inquietudes en la provincia, y manifestación de la poca paz existente fueron las nume­ rosas y repetidas renuncias de Guardianes y Vicarios hechas en el Capí­ tulo y en la Congregación intermedia, lo que hace resaltar el cronista (20). Al mes y medio de ser elegido Provincial el P. Bustillo se recibieron dos decretos del Consejo de Castilla, fechados el 16 de noviembre y el 18 de diciembre; ambos iban dirigidos a que en los estudios de la Orden se explicase la filosofía por el curso del P. Villalpando. De momento no se tomó determinación alguna por los superiores de Cas­ tilla; se ciñeron a señalar seis Padres que examinasen dicha obra y diesen su parecer sobre si era o no apta para que por ella se estudiase la filosofía (21). Por ahora nos limitamos a consignar este hecho; más abajo, en este mismo capítulo, expondremos lo que sucedió. GOBIERNO DE LA PROVINCIA Y HECHOS SALIENTES, 1 7 7 6 A 1 7 8 4 2 0 1 (17) VA, 526. (18) En la segunda parte de esta obra daremos más amplios datos biográficos del P. Bustillo, que llegó a ser General de la Orden. (19) Carta circular a todos los conventos de estanuestra provincia de la Encarnación de las dos Castillas, mandada publicar por nuestro M. R. P. Pro­ vincial y RR. PP. Definidores en la Congregación intermedia celebrada en este nuestro convento de San Antonio de Madrid el día 27 de abril de este presente año de 1781 (APC, 6/29). (20) ED, 258. (21) VA, 532. Para completar los datos que aquí se dan y conocer las fuen­ tes de donde se han tomado, véase mi artículo: Un capítulo de la historia del Filosofía en España. La obra filosófica del capuchino P. Francisco de Villalpando, en Estudios Franciscanos, 49 (1948), 56-78, 379-389.

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