BCCCAP00000000000000000000156

194 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA Sieteiglesias, por disposición del Cardenal Arzobispo de Toledo, predi­ caron los años 1768 y 1769 misión en la catedral de la ciudad y en otras iglesias de la misma durante la cuaresma (22). Y tan complacido quedó Su Eminencia, que con antelación escribía ya en el mes de sep­ tiembre de 1769 al P. Provincial, diciéndole que «hallándose sumamente satisfecho de la doctrina, celo y virtud con que los súbditos de V. Rma. las han practicado (las misiones) en este arzobispado con conocido bene­ ficio de las almas», le pide a los PP. Juan de Zamora y Francisco de Los Hinojosos, misioneros de Toro, para que las prediquen en la catedral y en las inmediaciones de Toledo por algunas semanas, y asi­ mismo a los PP. Basilio de Alba y Francisco de San Adrián para que a su vez las den en el partido de Rodillos (23). No es de extrañar el éxito que obtenían con la predicación estos misioneros de Toro: correspondía indudablemente a la buena prepara­ ción que tenían y a la formación literaria y científica que procuraban ir adquiriendo. Así se lo testificaba el P. Guardián, Inocencio de Matuta, al obispo de León en 1774, como recomendación para las licencias que le pedía: Que todos los individuos de aquel Seminario eran admitidos por el superior y cuatro consejeros, después de hecha la debida información de su conocida religiosidad y aptitud para la predicación de misiones; añadía que en aquel Seminario eran continuos los ejercicios literarios, teniéndose tres días a la semana conferencias morales en que se examinan, discuten y deciden los casos más prác­ ticos que acontecen en las misiones y que suelen consultar (24). Por lo demás, prueba de la buena aceptación que en la predicación tenían los misioneros de Toro, es que de continuo eran llamados por los obispos, que luego les daban amplias facultades en sus diócesis, incluso para confesar religiosas. Sería difícil citar nombres, además de los que arriba quedan indicados; damos varios que nos parecen más destacados, como los PP. José de la Mota, Carlos de Tarancón, Antonio de Hoz, Felipe de San Sebastián, Miguel de Santander, Antonio de Azuqueca, Francisco de Santander, Antonio de la Calzada y Francisco de Villamayor. Pero con los misioneros residentes en Toro compartían los trabajos y los éxitos en la predicación de misiones populares otros muchos. Así, ya antes de 1772, varios Padres predicaban todos los años por lo menos cuatro misiones, durante la cuaresma, en otras tantas parroquias o igle- (22) Cfr. Actas Capitulares de la Catedral de Toledo, tomo 77, sábado 5 de marzo 1769, y Archivo Arzobispal, leg. 262, donde se conservan también los carteles para anunciar estas misiones. Dichos Padres predicaron también misión en la catedral de Segovia, declamando fuertemente contra las máscaras y come­ dios, por lo que el Consejo de Castilla les castigó, según dijimos en un capítulo antecedente. (23) Carta del cardenal de Toledo al P. Provincial, 30 septiembre 1769 (Archi­ vo Arzobispal de Toledo, leg. 262); carta del P. Provincial Manuel de la Calzada, 30 octubre 1769 (ibíd., leg. 337); Actas Capitulares de la Catedral de Toledo, tomo 78, 13 marzo 1770. (24) Carta del P. Matute, Toro, 13 diciembre 1774 (APC, 28/133).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz