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180 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA Villardondiego, primer Custodio, hizo un informe en pro del P. Zamora, pero los superiores de la Orden escribieron (6 de julio de 1775) man­ dándole «desistiese de tal novedad», haciendo que aquella comunidad siguiese la misma vida común que se observaba en los restantes con­ ventos de la provincia «hasta tanto que, después de examinar este asunto con más madurez, se determinase otra cosa» (14). Este acuerdo se envió al P. Vicario provincial, Fidel de Alcabón, quien lo leyó al P. Zamora en presencia de varios religiosos; éste, en cambio, presentó y alegó como contrapartida la orden del rey. En vista de eso, el P. Alcabón dirigió al monarca una exposición, refirién­ dole cómo había recibido muchas quejas de los religiosos del convento de El Pardo en contra de lo establecido por el P. Zamora, y que ahora se encontraba con la citada determinación del Definitorio general (15). El P. Zamora acudió por su parte por segunda vez al rey, implo­ rando su protección, y Carlos III, a través de su ministro de Gracia y Justicia, Manuel de Roda, contestaba a ambos lo mismo y en idéntica fecha: Que, enterado de lo sucedido y expuesto, «es su real agrado y quiere que en aquel convento de su patronato se lleve adelante y cumpla dicho establecimiento de perfecta vida común... Y prevengo a V. Rma. — decía al P. Alcabón— que S. M. quiere que al expresado Guardián de El Pardo no se le moleste con ningún pretexto ni se le remueva de aquel convento hasta que tenga bien establecida y radicada en él dicha perfecta vida común, por ser conforme ésta a los decretos del Concilio de Trento, Bulas pontificias e intención del Rmo. P. Fr. Pa­ blo de Colindres». Termina diciéndole que de aquella orden se daría aviso al embajador de Roma «para que, poniéndolo en noticia de dicho P. General, revoque éste la providencia que tiene dada en el asunto, y S. M. espera que así lo hará» (16). Roda dirigió otra carta a Floridablanca, embajador en Roma, mani­ festándole pusiese en conocimiento del P. General la enunciada orden del rey, a fin de que revocase la providencia tomada por aquél, agregando que, en caso necesario, «pase en su real nombre sus eficaces oficios con Su Santidad» (17). Floridablanca no tomó en consideración (14) La copia total de la carta del P. General se inserta en el Manifiesto historial, f. 65v., doc. 28. (15) El P. Alcabón firma este memorial en San Ildefonso, 6 agosto 1775 (APC, 33/38a„ f. 1). (16) Cartas de Roda a los PP. Alcabón y Zamora, San Ildefonso, 20 agos­ to 1775 (Manifiesto historial, f. 66 , docs. 29 y 30). El P. Fermoselle, amigo y defensor del P. Zamora, era, además, primer Defi­ nidor, y no sólo salió en contra de lo afirmado por el P. Soria, sino que escri­ bió al P. General pidiéndole modificara el contenido de su carta del 6 de julio, de que arriba se habló. Esta carta del P. Fermoselle fue remitida por Roda a Flo­ ridablanca con otra suya (15 agosto 1775) para que las entregara ambas al P. Ge­ neral (Archivo de la Embajada de España ante la Santa Sede, leg. 440). (17) Carta de Roda a Floridablanca, San Ildefonso, 22 agosto 1775 (Archi­ vo de la Emb. de España ante la S. S., leg. 224, n. 99).

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