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168 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA La provincia de Castilla se gobernó, hasta la exclaustración de 1836, por este Ceremonial, obra del P. Provincial Agustín de Toledo, quien tuvo la satisfacción de verlo publicado antes de cesar en su cargo el 14 de octubre de 1774. En el último año de su gobierno, uno de sus antecesores, el P. Fidel de Los Arcos, fue designado por el P. Procurador y Vicario general de la Orden Erardo de Radkesburg (24 de enero de 1774), Visitador y Comi­ sario general de la provincia de Aragón. Allí seguía aún en septiembre sin haber conseguido del todo el restablecimiento de la paz entre los religiosos (20). Haciendo la visita al convento de Zaragoza (27 de junio de 1774), aprobó los estatutos del Seminario de Borja, establecido en este convento de la provncia aragonesa a instancias de D. Manuel de Roda en nombre del rey (22 de noviembre de 1771), estatutos que se habían formado a base de los de Monóvar, Sanlúcar y Toro (21). 5. Sucedió al P. Toledo en el gobierno de Castilla el P. Fidel de San- turce, elegido el 14 de octubre de 1774, Había sido Definidor en el trie­ nio anterior y tenía sobrados méritos para que los religiosos pusieran en él los ojos para el cargo de Provincial. Fue antes Lector de filosofía y teología (1746-53) y Guardián de Bilbao (1759-62). Al cesar, fue desig­ nado por el P. Colindres secretario general. En su compañía hizo la visita a las provincias españolas, a las de Francia, Países Bajos, Alemania y Austria, hasta llegar a Viena, donde recogió el postrer suspiro y últimas recomendaciones de aquel preclaro hijo de Castilla. Posteriormente marchó a Roma, donde continuó hasta el Capítulo general (25 de mayo de 1768), al que asistió en calidad de Custodio segundo. Después regresó a la provincia, donde fue elegido en octubre del mencionado año 1768 Definidor, siguiendo en el mismo cargo hasta su elevación al cargo de Provincial (22). Nadie, pues, mejor que él para continuar la misma pauta y directrices marcadas por el P. Colindres a Castilla. Nos hubieran servido para conocer su pensamiento y su futura actua­ ción las ordenaciones dadas en Capítulo y publicadas el 22 de noviem­ bre (23), pero no se han conservado e ignoramos por tanto su contenido. En junio de 1775 tendría lugar el próximo Capítulo general. Para asistir a él y llegar a tiempo, el P. Santurce emprendía el viaje a Roma el 14 de diciembre de 1774. La víspera de su salida de Madrid nombró Vicario provincial al P. Fidel de Alcabón, Ex-Lector de teología, Califica- el P. Toledo como los Definidores se mostraron acérrimos defensores de cuanto había ordenado. Hasta el punto de que los Guardianes a quienes se delató trans- gresores de alguna de las ordenaciones por él dadas, fueron castigados con pena de suspensión del cargo por dos meses; se trata de los de Toledo y Laguardia (VA, 485-6). (20) Archivo General de la Orden, Acta Ordinis, AG-7, ms., pp. 143-4, 171-2. (21) Exposición del arzobispo de Serges, Aranjuez, 8 junio 1795 (AGS, Gra­ cia y Justicia, 644). (22) Necrologio, 233. (23) VA, 493.

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