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CAPITULO XIV 1. Provincialato del P. Fidel de Los Arcos. — 2. Erección efectiva del Seminario de Misioneros de Toro. — 3. Otros hechos importantes. 4. E l P. Manuel de La Calzada, segunda vez Provincial. 1. Hacemos ante todo una advertencia importante y de interés, y es que a partir de mediados de este siglo xvm comienza para la provincia una era de florecimiento en casi todos los órdenes. Por esos mismos años llegaba la Orden Capuchina a su apogeo máximo, después de conservar su vigor y pujanza a través de casi dos siglos y medio de existencia; numéricamente, al menos, alcanzaba la estadística más alta de su historia. Justamente al celebrarse el Capítulo general de 1761, en que fue elegido superior de toda la Orden el P. Colindres, llegaron a contarse 34.029 religiosos capuchinos, con un total de 64 provincias y 1.762 conventos (1). También la provincia de Castilla experimentó en estos mismos años notable incremento en el personal; llega en esa fecha, 1761, a contar con 490 religiosos, y en 1782 eran ya 510; sin que podamos expli­ carnos las causas, da luego, a fines de ese mismo siglo, un descenso extraordinario ( 2 ). Pronto veremos cómo también en el terreno intelectual e igualmente en el apostolado logró un nivel que quizá no había conseguido a lo largo del siglo y que se prolongó hasta años posteriores de la guerra de la Independencia. Las causas influyentes fueron, a nuestro juicio, la mejor organización de los estudios, de que ya hablamos, y que llevó a una formación más completa del personal, y por otra, la preparación más selecta de los predicadores no sólo de aquellos que formaron parte de los Colegios o Seminarios de Misioneros, sino de todos en general, G obierno de los PP . F idel de L o s A rcos y M anuel de la C alzada (1) M. A Pobladura, Historia generalis O. F. M. Cap., II, pars. I, Romae 1948, 62. (2) ID., Los Frailes Menores Capuchinos en Castilla. Bosquejo histórico, Ma­ drid 1946, 157. Una de las causas de este descenso hay que buscarla en la falta de vocaciones, lo que más tarde indicaremos. Nos muestra lo que sucedía a su vez en las otras provincias este hecho concreto de la de Andalucía. El 28 de abril de 1769 la Definición mandaba cerrar el noviciado de Granada por no tener ningún aspirante, y en el de Sevilla sólo había un novicio de coro ( Libro (2.°) donde se apuntan los Capítulos, Congregaciones y decretos que en esta Provincia de Ca­ puchinos de Andalucía se celebran y determinan, ms., f. 140v.: Arch. Prov. de los Capuchinos de Andalucía).

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