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ACTIVIDADES DE MAYOR RELIEVE EN LOS AÑOS 1745-1761 115 mas y conversión de los pecadores. Por último publicó esta otra, de reducida extensión, muy práctica y útil en aquellos tiempos: El cóm­ plice y el ayuno (33), que en tres años logró dos ediciones, encaminada a explicar bajo el aspecto canónico-moral el alcance de las bulas rela­ tivas a esos dos puntos. Y, para terminar este capítulo, queremos citar otras producciones literarias de estos años, al menos las más principales. En primer tér­ mino, las del citado P. Marquina. Este sacó a la luz la vida de San Fidel de Sigmaringa, de la que se hicieron dos ediciones en poco tiempo, agotadas ya en 1758 (34), año en que asimismo publicó: Apéndice a la tercera parte de los Anales de la Religión de Menores Capuchinos (35). Pocos años antes había dado a luz pública el P. Andrés de Lisboa el: Epítome historial de las grandezas de la Seráfica Religión de los Menores Capuchinos (36). Finalmente, el P. Faustino de La Nava, encontrándose en Roma de secretario para las provincias españolas, tradujo y publicó: Ejercicios (33) Tiene esta portada: Sobre el cómplice, y ayuno, explicación compendiosa, y canónico-moral de las Bulas expedidas por N. SS. P. Benedicto XIV, Salaman­ ca, 1759; 18 hjs., XXII-128 pp.; reimpresa en Murcia, 1761. El P. Fidel del Valle, excelente y celoso misionero, llamado en el siglo Manuel de Urioste, se firma en sus obras: «Calificador del Santo Oficio de la Inquisición, Predicador y Misionero apostólico, teólogo consultor de la Nunciatura de Espa­ ña, Examinador sinodal del arzobispado de Toledo y del obispado de Salamanca.» (34) Así lo afirma él mismo en la traducción: Apéndice a la tercera parte de los Anales, Madrid, 1758, dedicatoria. Por su parte, el P. Francisco de Ajofrín, en: Compendio de la vida y virtudes del abogado de los pobres San Fidel de Sigmaringa, Madrid, 1786, confiesa en la dedicatoria que era la misma vida, añadida en algo, que «escribió el R. P. Fray Matías de Marquina, célebre predicador capuchino, y en el siglo famosísimo abo­ gado, bien conocido y celebrado en toda la corte, aunque ocultó su nombre por humildad». Y en el prólogo repite lo mismo y añade que fue «varón doctísimo y en el siglo uno de los abogados más famosos que tuvo la corte en su tiempo, y a quien consultaban los ministros, y consejeros, como a oráculo de una y otra jurisprudencia. Dos veces escribió la vida de nuestro Santo, aunque no puso su nombre, efecto sin duda de su humildad. La primera salió con alguna breve­ dad y concisión. La segunda salió con alguna más extensión y es la que ahora se imprime, aunque enmendada en algunas partes y añadida en otras». (35) Este es el título propio: Apéndice a la tercera parte de los Annales de la Religión de Menores Capuchinos de N. S. P. San Francisco, dividido en dos partes, que viene a ser sexto, y séptimo tomo en sus Chrónicas generales, tradu­ cidas del idioma latino, en que las escrivió el R. P. Fr. Sylvestre de Milán... Parte primera, o tomo sexto, Madrid, 1758; 6 hjs., 436 pp. La obra original del P. Milán lleva este título: Annales FF. Min. Capuccinorum. Appendix ad tomum tertium, Mediolani, 1737. El P. Marquina compuso también una vida del capuchino San Lorenzo de Brindis, que el P. Ajofrín cita repetidas veces en la que asimismo escribió: Vida, virtudes y milagros del Beato Lorenzo de Brindis, que ha tenido estas tres impre­ siones: Madrid, 1784; Barcelona, 1881, y Madrid, 1904. (36) He aquí la portada que lleva: Epítome historial de las grandezas de la Serfáphica Religión de los Menores Capuchinos. Contiene tres tratados: el primero, los santos, y venerables; el segundo, los varones ilustres en sangre real; el tercero, los varones ilustres en letras, y erudición, Madrid, 1754; 16 hjs., 440 pp., 4 hjs.