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impresos desde 1727 a 1730 (26). Aún seguía luciendo sus galas orato­ rias en 1738 y fallecía en 1752. Hay que reconocer y confesar, en cam­ bio, que sus sermones son muy gerundianos y muy conceptistas, como lo fue igualmente el P. José de Medina, del que conocemos un solo sermón impreso (27). Citamos también, porque se lo merece, no obstante cuanto el Padre Isla dice en contra suya, al P. Matías de Marquina, fervoroso misionero y, a nuestro juicio, buen predicador. Nos ha dejado, aparte de otros sermones sueltos (28), dos tomos también de sermones, el primero de los cuales lleva este título: Escuela general histórica, crítica, política, ACTIVIDADES DE MAYOR RELIEVE EN LOS AÑOS 1745-1761 113 (26) Entre ellos está: Fúnebre parentación, en las solemnes exequias, que celebró el Colegio Mayor de San Ildefonso, Universidad de Alcalá, a los Ínclitos manes de el Serenísimo Príncipe D. Francisco Farnesio, Duque de Parma, Al­ calá, 1727: 4 hjs.-31 pp., y otro sobre San Francisco Solano, que se encuentra en: Sagrada métrica lid, que el supremo generoso impulso de seis sonoros toques, alentados desde la excelsa cumbre del mejor parnaso... y publicaron nueve sagra­ dos famosos oradores. Compuesto y ordenado todo por D. Joaquín de A g u ir r e , Alcalá, 1730. El sermón del P. Cepeda ocupa las pp. 425-56. Al ser el P. Cepeda propuesto para Predicador del rey, primero por el Padre Provincial de Castilla y luego por el Cardenal Borja, el confesor de Felipe V decía: «Las circunstancias todas que asisten este religioso son bien notorias así en virtud, prudencia, literatura y religiosidad, pues todas las ha dado a conocer en esta presente jornada, así en el pulpito, con sus especiales talentos, como en su afable y modesto trato» (El Pardo, 26 marzo 1728). Y, al ser propuesto para los gajes de predicador, en 1735, el mismo confesor, P. Guillermo Clarke, decía al rey (23 agosto 1735): «Este religioso tiene acreditados sus talentos para el pulpito, así en la real capilla como en la corte; tiene a su favor ser de los de pri­ mera graduación en su religión y el mérito que hizo hallándose en el año de 1728 Guardián del Real Convento de El Pardo, que predicó toda aquella Cuaresma y desempeñó cuanto ocurrió en asistencia de la real familia el tiempo que V. M. se mantuvo en aquel real palacio» (AGS, Gracia y fusticía, leg. 926). (27) Tiene por título: Solemne colocación de la Augusta Emperatriz de los cielos, María Santísima de las Angustias, en el magnífico nuevo trono de su capi­ lla fabricada a expensas de la devoción en la Colegial, y oración sagrada que el 3 de septiembre de 1749 dijo el Rvdo. P. Fr. fosé de Medina, capuchino e hijo de la misma Villa, Salamanca, 1749; 37 pp. (28) El P. Isla, en la primera de sus «Cartas apologéticas en defensa del autor e Historia del famoso Fray Gerundio de Campazas», Obras escogidas, 317, dice que sólo conocía dos sermones impresos del P. Marquina: uno de ellos predicado en Zamora, y el otro, referente a una señora. No conocemos el prime­ ro, pero sin duda debe referirse en el segundo a la: Oración fúnebre, y expresión sentida en las exequias celebradas por la Excma. Señora Da. Gerónimo de Espi­ nosa y la Cerda, Marquesa de Priego y Duquesa de Medinaceli, Madrid, 1794: 43 pp. En relación con esta señora tuvo otro sermón: Oración fúnebre en las exequias de la Excma. Sra. Da. ferónima de Spínola y de la Cerda, que se tuvieron al cabo de año el 13 de enero de 1758 en el convento de San Antonio del Prado, y que se conserva manuscrita en el Archivo de la Casa de Medinaceli, Archivo His­ tórico, leg. 62/26. Pero el primero de sus sermones impresos que conocemos fue el que predicó al poco de su regreso de Orán, al ser proclamado Fernando VI por rey de España, y que lleva esta portada: El Príncipe de la mejor estrella, el de la mejor corona... Don Fernando VI... Sermón que predicó el día 19 de septiembre de 1746, Vitoria (1746); 4 hjs., 32 pp. 8

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