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110 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA delaciones y otras, al igual que no pocas cartas e impresos, que salieron a la luz con motivo de esa publicación del P. Isla, y en todo eso se ven las mismas apreciaciones: profanación de las palabras de la Sda. Escri­ tura, las que toma en plan de chiste, «irrisión del nombre de frailes», «proposiciones satíricas, imposturas irreverentes y falsas contra las reli­ giones sagradas, sus religiosos individuos y contra todos los predica­ dores evangélicos a quienes ofende con el estilo irónico» (18). Afirmamos una vez más que, al parecer, el enemigo número uno del Fr. Gerundio, al menos en concepto del P. Isla, fue el P. Matías de Marquina, religioso docto, capaz y bien preparado; era abogado ya antes de tomar el hábito y por otra parte había adquirido fama de pre­ dicador elocuente (19). Su estilo oratorio no se vio libre de los vicios o defectos reinantes en aquellos años. De todos modos, o se creyó per­ sonalmente aludido o por lo menos vio en el libro del P. Isla maliciosas alusiones a otros Capuchinos. De ahí que salió valientemente a la pales­ tra con escritos y cartas, unas veces firmadas y otras anónimas, en las que reprocha y recrimina sobre todo el abuso que se hace de los textos de la Sda. Escritura, las citas irrisorias de los mismos, que en su con­ cepto resultaban verdadera profanación de la palabra divina (20). Tanto se multiplicaron esas cartas y las copias de las mismas, que hoy en día es difícil examinar el catálogo de manuscritos de una mediana biblio­ teca, sin topar con alguna o varias de esas cartas cuya paternidad exacta no puede reconocerse (21). Por lo demás, el P. Isla reaccionó terriblemente contra el P. Mar- quina, cuyo nombre a tiempo y a destiempo salta de los puntos de la pluma incontables veces a sus múltiples cartas familiares y por cierto no para alabarle, sino para lanzar contra él algún improperio (22). (18) Cfr. Expediente instruido sobre la historia de Fr. Gerundio, ms. de más de 500 pp., donde se recogen numerosas delaciones de esta obra y varios papeles relativos a la misma (Bibl. de la R. A. de la Historia, 9-29-5/5965). (19) Más abajo anotamos las principales producciones suyas. (20) Precisamente en el edicto de la Inquisición por el que se prohibía el tomo II del Fr. Gerundio (14 marzo 1776), se decía quedaba prohibido in totum por ser continuación del I, prohibido por el edicto de 1760, y «por contener proposiciones sediciosas, mal sonantes, piarum aurium ofensivas, injuriosas grave­ mente a las religiones y predicadores del santo Evangelio, con irreverencia y abuso de la Sda. Escritura, y porque el medio de que se vale su autor es muy impropio y ajeno del que usaron los Santos Padres para reprender los abusos de la predi­ cación». Son defectos que también se resaltan en: Reparos de un penitente del Padre Fray Matías Marquina, dirigidos al autor de la Historia de Fray Gerundio de Cam- pazas (Cfr. Is la , Obras escogidas, 261-271). (21) Baste hacer consignar, por ejemplo, que en la B. N. estas cartas ocupan los mss. 10.705 a 10.709, 10.790 y 10.954, por no citar otras dispersas en diversos manuscritos. (22) Puede verse la «Colección de varios escritos críticos, polémicas y satí­ ricos en prosa y verso, que se dieron a la imprenta o corrieron manuscritos con motivo de la Historia de Fray Gerundio de Campazas» ( Is la , Obras escogidas, 257s.), lo mismo que numerosas cartas familiares, muchas de ellas aquí publicadas y bastantes obras que lo fueron después. Cfr. la edición hecha en León, 1903, y

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