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V III LA PROVINCIA DE F F . MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA interés en el ánimo del lector y proporcionarle al propio tiempo ejem­ plos que imitar y enseñanzas de vida, que deben buscarse en las leccio­ nes que la historia nos presenta. ¿E s que esa documentación anhelada y buscada, relativa a la pro­ vincia de Castilla, no existe o no ha existido? No me atrevo a formular un juicio absoluto ni una contestación totalmente negativa por lo que luego expondré; pero sí puedo afirmar que seguramente, debido a más de una causa, no ha llegado a nosotros y, desde luego, yo no he logrado dar con ella. Y esta confesión la hago después de más de treinta años de trabajosa y constante investigación en fondos de bibliotecas y archi­ vos, tanto públicos como privados, así de Madrid como de otras ciuda­ des de España y aun del extranjero, Roma, París, etc. Por lo mismo, creo sinceramente que tales fuentes documentales, por mil azares del tiempo, han desaparecido con toda probabilidad. D e b i e r o n e x i s t i r Así lo convencen varias razones que a continuación se exponen, fundadas en hechos que no dejan lugar a duda o por lo menos engendran máxima probabilidad. En primer lugar, es muy cierto que el Archivo provincial de Cas­ tilla, existente en el convento de San Antonio del Prado, de Madrid, contenía gran riqueza de documentación de toda clase. Así lo indica la que se ha logrado salvar y conservar y las citas esporádicas de otra que indudablemente existió y ha desaparecido, o, por lo menos, no consta de su paradero. Podemos citar como ejemplo la relativa a funda­ ción de conventos: permisos, cédulas, obras pías, limosnas, planos, etc., para su establecimiento, la que por fortuna abunda y ha llegado a nos­ otros; pero, en cambio, falta otra que seguramente interesa más; cró­ nicas, necrologios, relaciones biográficas, actividad apostólica, etc. Además, de algunos documentos que poseemos puede deducirse la existencia de otros semejantes que atañían a la Provincia en general o a los diversos conventos. Así, lo mismo que se llevó con minuciosi­ dad el libro de entradas y salidas de algunas comunidades, por ejemplo, de Segovia, Rueda, Alcalá de Henares y Calzada de Calatrava, que hoy en día se conservan en el Archivo Histórico Nacional, de idéntica manera es de suponer se llevarían también en las restantes, aunque hayan desaparecido por distintas vicisitudes. Asimismo nos consta que el necrologio del convento de La Paciencia de Cristo, de Madrid, desapareció o fue destruido por la soldadesca alojada en él durante la guerra de la Indepedencia. Por el contrario, ha llegado hasta nosotros el del convento de Santa Leocadia, de Toledo (3). (3) Lleva este título: Libro de entierros de este convento de Capuchinos de Santa Leocadia, ms. de 310 págs. numeradas, muchas de ellas en blanco. Fue a parar al convento de Capuchinas de Toledo y hoy está en el Archivo Provincial de los Capuchinos de Castilla, 26/2.