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6 o LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA El convento de Alcalá fué a los pocos años de su fundación desti­ nado ya a convento de estudios, siéndolo por lo menos, si no antes, en el Capítulo Provincial de 10 de septiembre de 1615; pero en 16x8, en vez de convento de estudios, pasa a noviciado, si bien solamente lo fué por entonces hasta 1621 (22). Quizás influyese para quitar de allí lo mismo ios estudios que el noviciado, el que dicho convento resultó tan insano, que ni los mis­ mos religiosos lo querían ya para vivienda. Fueron tantos los que enfermaron y murieron, que uno de los cronistas llega a llamarle «se­ pultura de religiosos», no pudiendo por otra parte ser debidamente atendidos los enfermos ni tampoco ser trasladados a Madrid para su curación por las distandas y muchos inconvenientes del viaje-5(23). Por eso, como más adelante diremos, se hizo necesario ■'cambiar de sitio y levantar convento en otro punto dentro de la ciudad. 3 . Convento de E l Pardo. Antes de intentar esta fundación, pensaron los Superiores solicitar permiso para hacerla en El Escorial, guiados por una razón de muy poco peso, al menos para ios que vivi­ mos en el siglo XX . Y era que la Corte, que solía trasladarse a dicho Rea! Sitio para pasar el verano, podría así ganar el jubileo de la Por- ciúncuia, teniendo en cuenta que en El Escorial no existía iglesia fran­ ciscana donde poder hacerlo. Sin embargo prevaleció en esto la opinión del P. Policio que de­ seaba fuese en el Real Sitio de El Pardo, lugar más frecuentado de los reyes. De ese modo podría fomentar mejor la devoción de S. M . y prestarle algún servicio, aunque corto; por otra parte se atendería también espiritualmente a los guardas del monte y juntamente vivirían los religiosos en más apartada soledad (24). Tres fueron los conventos que sucesivamente tuvieron los Capu- (2 2 ) A . d e G r a n a d a , m s. c ., p . 21. —Erario divino, o. c ., p p . 4 -5 . (2 3 ) M o n z ó n , m s. c ., f. 2 iv . ( 24 ) Cír. C a r l o s d e A l m e r ía , O. F. M. Cap., Documentos originales archiva­ dos en el Real Convento de Capuchinos de El Pardo en que se convence la in­ disputable verdad de ser el Rey fundador, reedificador, Patrono único y señor ab­ soluto de dicho convento. Ms.. f. 3 (Archivo Prov. de los Capuchinos de Castilla, 33 / 00064 ). A q u í se dice también que el Rey habló con el P. Policio, diciéndole entre otras cosas: «En ese mi bosque de E l Pardo tengo mis diversiones; tengo mi palacio, mis criados y guardas en casas distantes; pero no hay más iglesia que una reducida capilla en mi palacio, ni más sacerdote que un capellán, que va a decir Misa los días de fiesta. Quiero que tengan más pasto espiritual y que no les falte per falta de ministros, y quiero que seáis los Capuchinos; id desde luego; escoged sitio cerca de mi palacio; hágase en él a mi costa y de mi orden convento con la advocación de Nuestra Señora de los Angeles. A un desierto váis; vuestra manutención desde ahora correrá de mi cuidado; haced breve lo que osmando: id seguros de mi protección; yo lo estoy de que pediréis a Dios por mí, por la reina, por mis hijos y por mis reinos.»

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