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MÁS CONVENTOS EN CASTILLA 59 Sin embargo, apenas comenzados los trabajos, por no encontrar agua en aquel lugar, les fué forzoso buscar otro más a propósito. Lo hallaron) aunque también fuera de la ciudad, en la vega, según se sale por la puerta dicha de San Bernardo, camino de Camarmilla, justa­ mente en el sitio donde, según los historiadores, falleció el rey Don Juan (17). Desgraciadamente este nuevo sitio tenía tales inconvenientes, que de haberlo buscado a propósito, no se hubiese encontrado otro peor. Era sumamente húmedo por estar muy cercano al río Henares y, so­ bre todo, muy insano por falta de ventilación. Sin embargo de todo, se llevó adelante el proyecto y el 6 de abril de 1614 por la tarde «puso el Vicario General de esta corte arzobispal la primera piedra, asistien­ do el Cabildo de esta santa iglesia, su Abad Mayor, el Corregidor y mucha gente. Salió la procesión a las seis de la tarde... Iban en esta procesión todos los religiosos de San Francisco del convento de Santa María de Jesús y del Angel, el Rector y Colegio Mayor con el Ayun­ tamiento y Corregidor de la villa, que todo aumentaba celebridad tan solemne» (18). Y «se dispuso la fábrica en la disposición que hoy vemos», dice el autor de los Anales Complutenses, y con tal rapidez que el 29 de julio de 1618 «se mudó a ella el Santísimo Sacramento que le llevó el Cabildo de esta santa iglesia con gran acompañamiento; estaban las calles muy bien colgadas y hubo muchos altares» (19). A levantar la fábrica contribuyeron los fieles con sus limosnas y, más que todos, el mencionado Juan Sánchez, hasta llegar a empobre­ cerse. No contribuyó menos D. Octavio Centurión, Marqués de Mo­ nasterio, y asimismo otras personas, devotas, como él, de lo Orden. Pero no llegando aún lo recaudado, tomó a su cuenta el terminarlo, a condición de que le diesen el patronato, la Duquesa de Terranova, y, aunque murió al poco tiempo de aquel ofrecimiento, dejó con tal fin la suma de siete mil ducados. Fué sepultada más tarde en el con­ vento y como patrona de él se le tuvo (20). Gracias a esta cuantiosa limosna pudo llevarse a feliz término la fábrica del convento e iglesia, que fué dedicada a San Francisco. En una de sus capillas— dice un escritor de la época— , «hay un retrato del original de nuestro P. S. Francisco, tan devoto, que ocasiona te­ meroso respeto. Los religiosos procuran imitarle y edifican con su ejemplar vida» (21). (1 7 ) M o n z ó n , m s . c ., f. 2 o v . y f. 52V. (1 8 ) Anales Complutenses, 1 . c. (1 9 ) Ibid. (2 0 ) F . d e G r a n a d a , o . c., p . 2 8 .— F . d e G r a n a d a , m s. c ., p . 21. (2 1 ) Anales Complutenses, 1 . c . A llí re fie re u n h e c h o , m ila g r o s o a ju ic io del e scrito r, s u c e d id o a lo s re lig io s o s en 1620.

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