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3 6 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA Añade el Cronista castellano que, al pasar por R om a el P. P olicio, sin duda en dirección a Valencia, ob tuvo perm iso para llevar adelante la fundación de M a d rid ; y, para m ejor lograr su intento, manifestó al P. General su deseo de que él m ismo se llegase a la Corte a besar la mano de Felipe III ( 4 ). El P. General vino efectivamente a España y, antes de acercarse a M sd rid , presidió el Capítulo Provincial de Valencia, en mayó de 1 6 0 9 , en el que de nuevo fu é elegido Superior de aquella Provincia el P. Policio. Pocos días después el P. General, acompañado de éste y de otros trece religiosos, unos de la Provincia d e Valencia y dos de la de Cataluña, dirigía sus pasos a Madrid y se hospedaba en el H o s­ pital de los Italianos ( 5 ). 2 . E l 28 de mayo llegó a la Corte el P. General y, encontrándose a la sazón el rey en E l Escorial, allá se encam inó, arribando el 6 de junio. T res días después era recibido en audiencia solemne por F e ­ lipe III, quien, llevado de su reverente piedad, h izo cubrir al P. Cas- telferretti de Grande de España de Primera Clase ( 6 ). En la festividad de San An ton io, 13 de junio, era recibido de nue­ vo el P. General a la audiencia del rey. A provech ó aquella ocasión para exponerle sus deseos de fundar en M adrid y las razones aue ha­ cían de todo punto necesaria esa fundación. Y , antes de ausentarse de aquel Real Sitio, dirigió a S. M . un memorial en el que repetía esas mismas razones, memorial que luego el rey rem itió -al Consejo de Castilla para su examen y despacho. Tam b ién visitó el P. General al duque de Lerma, siendo recibido por éste con grandes muestras de veneración ( 7 ). (4) F é l ix d e G r a n a d a , o . c ., p . 1 1 . (5) A lic a n t e , ms. c., p. 117, n .u 1 y 2. E l P. Agustín de G ranada, ms. c., p. 7, afirma que el P. General entró en España por Valencia. Ciertamente que no lo hizo por Cataluña, Provincia que visitó después de su estancia en la Corte. (6) A sí lo declara Felipe I I I en su D espacho de 7 de agosto de 16 12 , a su embajador en Rem a, Conde de C astro : «Con motivo que en 9 de junio del año pasado de 1609, estando en esta corte cl P. F r. Jerónim o de C astel Ferrete, G e ­ neral de la Orden de Capuchinos, le hice merced de adm itirle a mi R eal audiencia y, como Superior de una Orden tan ejemplar y conspicua, le hice el honor de mandarle cubrir» (Cfr. J o s é M . a Pou Y M a r t í , O. F . M ., Sobre la Grandeza de España a favor de los Generales Franciscanos , en Archivo Ibero-Americano, X I (19 19 ), PP- 1 5 - 1 7 — M e l c h o r d e P o b l a d u r a , O. F . M . C ap., Los Generales de la Orden Capuchina Grandes de España de Primera Clase, en Collectanea Franciscana, X I I I ( 1943 ). PP- 254-57). (7) A l ic a n t e , ms. c., p. 118 , n.° 2-3.— A g u s t ín d e G r a n a d a , ms. c., p. 8.— L as Crónicas Capuchinas, T ercera parte, p. 5 5 1, dicen que el P. General expuso a! R ey, entre otras razones que había para fu n dar: el aumento del culto, el bien público, el que la Orden tenía muchas Provincias en los estados de S. M . y que se hacía necesario un convento en M adrid por las muchas veces que era forzoso tratar los asuntos con el R ey o con sus ministros.

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