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28 LA PROVINCIA DE I-'F. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA «Parece que convendría mandar supression al progresso que preten­ den hasta enformar a Su Santidad, y que en llegando representar tam­ bién los inconvenientes que hay» ( 14 ). L o intentado por los Observantes no se llevó a cabo, pero, por lo que a Castilla se refiere, siguieron las cosas en el m ismo estado sin que se vislumbrase siquiera la posibilidad de dar un paso en orden a la fundación. C ierto que contra viento y marea, y a pesar de todas las cartas y provisiones de F elipe II, se lograron las fundaciones de Valencia y A ra gón ; pero en Castilla no lograrán entrar los Capuchi­ nos en vida del rey Prudente. Expongamos mientras tanto los esfuerzos realizados para poder conseguirlo durante su reinado y en los primeros años del de su sucesor. 4 . H e aquí lo que concerniente a esto nos dice el P. Valladolid, al trazarnos la biografía del P. Juan A la rcón : « Y no sólo acabó el P. Juan estas dos fundaciones de Valencia y Aragón, mas aun había facilitado de tal manera la de Castilla, que si n o le fueran a la mano algunos religiosos de nuestra Pw vincia [Cataluña], se hubiera funda­ d o en M adrid cuando fundó el convento de Calatayud [ 1 6 00 ], porque vi y o cartas de algunos señores del Real Consejo y le prometían aque­ lla fundación. Detúvose el P. Juan por respeto a los Definidores de nuestra Provincia, que alcanzaron una orden del P. General Castel- ferret para que no pudiesen tomar conventos sin su consentimiento y n o vinieron a que se fundase entonces en Castilla, pareciéndoles que había pocos religiosos en la Provincia. Y por esta razón y por enga­ ñarse el P. Juan, pensando que haría al caso la fundación de Calatayud para la fundación de Castilla, dejó de ir a M adrid en aquella ocasión, y así se quedó para otro tiem po» ( 15 ). Además de estas cartas de señores del C onsejo, entre los cuales se contaba su Presidente el C onde de M iranda, el P. Juan había con ­ traído ante Felipe II un mérito particular cuando en el año de 1594 «pasó a Francia en la expedición de graves negocios, a instancias del Excm o. Sr. Duque de Maqueda, V irrey de Cataluña; todo lo cual poma la fundación de Castilla en tanta seguridad cual nadie podía esperaría mayor» ( 16 ). (14) Archivo de Simancas.— Estado, Leg. 161, n.° 107. Aunque no lleva fecha este documento, como todos los memoriales, ha sido incluido en el atijo de pa­ peles del P. Comisario de San Francisco, Fr. Antonio de Aguilar, que son de 1581. Por otra parte, en el inventario n.° 153 del Archivo es citado este documento como riel año mencionado 1581. (15) V a lla d o lid , Crónica ms., f. 66r. (16) Biografía hispano-capuchina, p. 176.— F é lix c e G ra n a d a , o. c., p. 8. H 1 P. José Calasanz de Llevaneras, O . F . M . C ap ., más tarde Cardenal V iv e s y T u t o , no ha hecho otra cosa en la mencionada Biografía hispano-capuchina que copiar casi literalmente la obra c.el P. I ld e f o n s o d e C a m p d e v a n o l, O . F . M . C ap ., ti­ tulada Chronica de la santa Provincia de Capuchinos de la Madre de Dios de Ca-

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