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PRIMEROS INTENTOS DE ESTABLECERSE EN CASTILLA 25 Mancha, a tierras de E l V iso, con el fin de dar cima a la fundación del proyectado convento ( 4 ). N o sabemos a punto fijo si, c om o dicen los cronistas, fu é a fijar su morada en Sierra M orena, en una ermita dedicada a San Andrés, o si quedó en el pueblo de E l V iso del Marqués, en el convento que, según el Breve de G regorio X I I I , el de Santa Cruz había hecho levantar para los religiosos. N os inclinamos desde luego por lo primero, afirmando que el tal convento no estaba aún edificado. En e fe cto : en las estribaciones de Sierra M orena y en uno de los sitios más saludables y amenos existe aún hoy día una ermita dedi­ cada a San Andrés, cuya construcción data ya del siglo X V ; dista de El V iso 17 kilómetros, y en ella se veneraba una antigua imagen del Santo Apóstol, destruida por los rojos en 1 9 3 6 . A su alrededor parecen con ­ servarse aún restos de edificación que quieren semejar restos de con ­ vento, si bien, según la tradición, fueron de una residencia de T em ­ plarios ( 5 ). 2 . A llí debió fijar su morada el P. Juan Alarcón, aunque habría de ser de corta duración, de solos dos años in com p letos; n o obstante, sún «recib ió algunos seglares al h áb ito; y, com o n o tuviese efecto aquella fundación por la contradicción de los Padres Observantes, el año 1 5 8 0 , a 2 4 de marzo, se volvió a esta Provincia [de Cataluña] con dicho Fr. M a teo y con un sobrino suyo llamado Fr. Francisco de Alar­ cón ( 6 ), que había vestido nuestro hábito, y con otros, llamados el uno Fr. Pedro de Guadix, que después fué Guardián de esta Provincia, y el otro Fr. T ad eo Castellano (o de Castilla), L eg o , todos buenos y ejem ­ plares» ( 7 ). La causa de este segundo fracaso fué que el C onsejo de Castilla no quiso dar la correspondiente licencia para fundar, sino que mandó saliesen luego de Castilla ( 8 ), según que más patentemente consta por (4) Ibid.—Biografía hispano-capuchina, o. c., p. 173. (5) Cfr. I n o c e n te H e r v á s y B u en d ía, Diccionario histórico, geográfico, bio­ gráfico y bibliográfico de la Provincia de Ciudad Real, Ciudad Real, 1899, pp. 647-8. (6) Cfr. F é lix d e G ra n a d a , o. c ., p. 74-5, donde narra su vida. (7) Libro de la vestición y profesión de los Religiosos Capuchinos de la Santa Provincia de Cataluña, recopilado de orden del M. R. P. Provincial Fr. José Fran­ cisco de Barcelona en el año 1773 , Ais., cap. V III, p. 120 (Archivo Provincial de los Capuchinos de Cataluña).— El P. Valladolid, Crónica ms., f. I26v., hablando del P. Pedro de Guadix dice que tomó el hábito «en la ermita de S. Andrés que tomaron nuestros frailes en Sierra Morena, y vino novicio a esta Provincia cuando vino el P. Fr. Juan de Alarcón; hizo profesión en Montecalvario a 25 de marzo del año 1579». Según esto la vuelta del P. Alarcón a Cataluña habría sidoi un año antes, en 1579. (8) Cfr. Biografía hispano-capuchina, p. 173.— Crónicas Capuchinas, Par­ te segunda, p. 239.— P e tr u s R o d u lp h iu s T o s s ia n in e n s is , O . F. M . Conv., Historiarum Seraphicae Religionis libri tres, Venetiis, 1586, f. 201, después de se­ ñalar la fundación de Baicelor_a, añade: «Sed Regio mandato prohibitum fuit ne

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