BCCCAP00000000000000000000155

AUREOLA DE SANTIDAD 423 hechos milagrosos que Dios obró en vida por su medio, hechos que comprobaron luego testigos fidedignos ( 30 ). Otro hermano lego, F r. Martín de Mingram'lla (m. 1642 ), se distin­ guió por su caridad v por su elevada oración; en el incendio de la Plaza Mayor de Madrid, en 1632 , le sucedieron hechos que rayaron a vista de todos en milagrosos; tuvo asimismo el don de profecía y se vió favorecido de Dios por otras gracias extraordinarias ( 3 1 ). E l P. Cristóbal de Morentin fué otro de los muchos aue, al hacer sus estudios en Salamanca, desengañado del mundo, vistió nuestro hábito capuchino, v lo mismo de súbdito que de suoerior, fué modelo de virtudes, singularmente de pobreza, de retiro v de oración. Se dis­ t in t i ó también como excelente predicador y, siendo Ministro Pro­ vincial, rindió su esníritu al Señor en el convento de Segovia, el 31 de aposto de 1645 , dejando en pos de sí gran fama de santo y virtuoso religioso ( 32 ). De las virtudes aue adornaron al. P. Bernardino de L a Moraleia (m. 1676 ) hace el P. Mateo de Antmiano una extensa y bien merecida apología, parando mientes sobre todo en su pobreza, en el ri<?or de su vida v apartamiento del mundo, en su sencillez v bnmiMad. Fué muy estimado de señores y grandes mientras vivió en Madrid, desempe­ ñando el oficio de portero, v. entre Jas suradas extraordinarias de aue -J' p o z ó , una fué el don de nrofecía, anunciando con anterioridad el día de su muerte. T a l fué la fama que de su santidad se tenía, aue, a los ouinceí días de su fallecimiento, mandó el Nuncio se sacase su cuerpo del enterramiento común v se colocase en la iglesia de Santa Leoca­ dia de Toledo, con sU lápida de mármol y la correspondiente inscrip­ ción. Fué devotísimo de la Santísima Virgen v de las almas del Pur­ gatorio. «Hizo nuestro Señor por él algunos milagros, oue se refieren entre los religiosos y seglares... «Para mí— añade el P. Anguiano— , el máximo de sus mineros fué v es su prodigiosa v admirable vida» ( 23 '). Excelente predicador y mu.v celoso de la salvación de las almas fué el P. Isidro de Madrid (m. 1683 ), quien a otras muchas virtudes añadió (50) M o n z ó n , ms. c.; pp. 368 - 373 .— F é lix d e G ran ada, o. c.. p. 71. — Cróni­ cas Capuchinas , cuarta parte, pp. 363 - 365 .— Biografía hispano-capuchina, p. 358 , pero dice que m urió en Andalucía, siendo cierto que m urió en el convento del Trado. (31) M onzón , ms. c., pp. 373-377. (32) Ibid., pp. 420-422. ( 33 ) Anguiano, Paraíso en el desierto, o. c., pp. 219 - 227 . El decreto del Nun­ cio lleva la fecha 29 de julio de 1676 (ÁPC, 25 / 00088 ). La lápida que se puso sobre su sepultura tenía esta inscripción: «Aquí yace el P. Fr. Bernardino de la Moraleja predicador Capuchino y Religioso de singular virtud. Sacóse de! sepul­ cro común y púsose en este lugar por orden y mandato del Ilustrísimo Señor Ar­ zobispo de Cesarea, Nuncio Apostólico en los Reynos de España a Instancias de la Excma. Señora D.a María de Guadalupe, Duquesa de Aveiro y de Maqueda, año de MDCLXXVII.» (Cfr. Miguel de S. Román y León Carbonero y Sol, Toledo Religioso , Sevilla, 1852 , p. 146 ).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz