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408 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA 3 . Siete años después del fallecimiento del P. Fuentelapeña ( 17 0 2 ) rendía también tributo a la muerte en el convento de San An­ tonio del Prado, el 27 de diciembre de 1709 , otro ilustre capuchino castellano, el P. Martín de Torrecilla, bien conocido por sus escritos y, a nuestro juicio, el más distinguido representante del saber teoló­ gico entre los capuchinos españoles. Fué natural de Torrecilla de la Orden (Valiadoiid), a la que de­ dicó uno de sus libros, Ventilabro formal y apologético. Recibió el hábito en el noviciado de Salamanca el 1 1 de noviembre de 1650 y la ordenación sacerdotal en 16 5 7 . Cuatro años más tarde, en 16 6 1 , era nombrado Lector de Filosofía, siguiendo luego enseñando la Teo­ logía hasta 1669 ; en 1665 es elegido Definidor Provincial, siéndolo luego durante cinco trienios, y en abril de 1668 fué designado Guar­ dián de El Pardo. Finalmente, en 16 7 5 , es elegido Ministro Provin­ cial; asiste tres años después al Capítulo general, saliendo elegido Definidor en el segundo escrutinio por 94 votos ( 53 ). Ya gozaba para entonces el título de Calificador de la Suprema Inquisición, que le fué concedido en 16 7 1 o 16 72 ( 54 ). Elegido Definidor general en 1678 , a su vuelta comenzó a visitar la Provincia, pero no pudo terminar su visita, como ya dijimos, por haber recibido orden de salir desterrado a Portugal, donde ya se en­ contraba el 5 de octubre de 1678 ( 55 ). Allí le fué forzoso permane­ cer durante dos años; no valieron recomendaciones del Nuncio, ni súplicas de los Superiores de Castilla, ni memoriales del propio in­ teresado. Solamente el 7 de febrero de 168 1 la Junta encargada del asunto de los Capuchinos proponía que, puesto que el P. Torrecilla, lo mismo que su compañero el P. Milán, habían purgado suficiente­ mente su culpa, podían volver a España, pero que se les debía des­ tinar a un convento 30 leguas lejos de la corte ( 56 ), y, efectivamen­ te, volvieron en agosto de 16 8 1 , siendo destinado uno a Valiadoiid y otro a Salamanca ( 57 ). Sin embargo, el P. Torrecilla estuvo todo aquel tiempo de per­ manencia en Portugal bien mirado y considerado, e incluso fué hués­ ped del obispo de Miranda y Leiría, D. José de Lancáster, a ruegos del cual escribió su libro sobre la jurisdicción de los Obispes y un ( 53 ) Cfr. nuestro Necrología, p. 320 .— Viridario auténtico, ms. c., f. 7 v.— F e ­ l i c e d e M a r e t o , Tavole dei Capitoli generáli, o. c., p. 162 . ( 54 ) AI imprimir en 1671 el tercer tomo del Curso filosófico aun no se firma Calificador, lo cual hace en 1672 al publicar Regla de la Orderh Tercera. ( 55 ) Simancas.—Estado. Leg. 3129 . Comunicación del Nuncio al Consejo de Estado (30 de septiembre de 1678 ) y carta de los interesados (Miranda del Duero, 5 de octubre de 1678 ). ( 56 ) Ibid. ( 57 ) Ibid. Consejo de Estado del 23 de agosto de 1681 .

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