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SABIOS y ESCRITORES 403 allí en adelante siguió entre los Capuchinos, «llegó a edad muy cre­ cida, y mientras vivió, conservó con admiración común felicísima me­ moria de cuanto había estudiado. Yace en el convento de San An­ tonio de esta corte» ( 23 ), aunque no podemos determinar la fecha de su fallecimiento. 2 . Contemporáneo del P. Murcia y más ilustre que él por su sangre y por sus títulos, fué el P. Antonio de Fuentelapeña. En este pueblo de la Provincia de Zamora existió la casa solariega de los Arias y Porres, de ilustre abolengo, ostentando en su entrada el escudo de armas. AJlí nació el P. Fuentelapeña en marzo de 1628 ( 24 ). Herma­ nos suyos fueron el P. José Arias y Porres, Clérigo Menor; D. Gómez Arias y Forres, Regidor perpetuo de Medina del Campo y Alcalde de su fortaleza, y D. Manuel Arias y Porres, caballero dei hábito de San Juan de Malta,. Comendador de las Encomiendas de Yébenes y del Viso, Vice-Canciller de su Religión, Gobernador del Consejo de Cas­ tilla y luego Arzobispo de Sevilla y Cardenal ( 2 5 ). No sabemos los estudios que realizó antes de entrar en la Orden, cuyo hábito recibió en Salamanca el 23 de diciembre de 1643 , orde­ nándose de sacerdote en 16 5 1 ( 26 ). Desempeñó el cargo de Secretario provincial desde 1659 a 1 Ó 70 , el de Custodio general de 1670 a 16 7 2 , en que es elegido Ministro Provincial, siguiendo en ese puesto hasta mayo de 1675 ( 2 7 ). Dos años más tarde es designado por el P. Ge­ neral, a prepuesta de! rey de España, Visitador y Comisario de las Provincias capuchinas de la isla de Sicilia, a donde llega en mayo de 16 77 Y permanece hasta la celebración del Capítulo general en 1678 ( 28 ). Respecto de su comportamiento allí hay abundante documentación en el Archivo de Simancas. En uno de los informes se dice que fué a Sicilia de Visitador por haber divisiones entre los religiosos de aque­ llas Provincias a causa del desacuerdo existente entre el Juez de la Monarquía y el P. General, Esteban de Cesena: que lo compuso todo y que luego celebró con gran paz los Capítulos respectivos: que con su hermano D. Manuel Arias había hecho para que los Caballeros de Malta se pusiesen al servicio del rey de España, y que había descu- 1 ( 23 ) A n g u ia n o , Paraíso en el desierto, p. 238 . ( 24 ) Archivo Parroquial de Santa María de los Caballeros de la villa de Fuen­ telapeña. «Libro segundo de Bautizados», f. 79 . ( 25 ) El P. Francisco Arias, que en febrero de 1725 obtuvo la gracia de Pre­ dicador de S. M. (Simancas.—Gracia y Justicia. Leg. 926 (mod. 375 ), aprobó la obra Retrato divino, y les otros tres hermanos le dedicaron sus versos a!; imprimir El Ente dilucidado. ( 26 ) Cfr. nuestro Necrologio, p. 295 . ( 27 ) Ibíd., y ED , pp. 51 ss. ( 28 ) Cfr. P o tíla o u r a , Los Frailes Menores Capuchinos en Castilla, o. c., p. 66.

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