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IÓ LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA Ese m ismo año se enviaron algunos religiosos a Zaragoza ( 4 8 ), pero la posesión no se tom ó hasta el 21 de mayo de 1 5 9 8 , en que la O rden de Malta d ió los terrenos para edificar el convento, poniéndose la primera piedra el 11 de diciembre ( 4 9 ). C om o sucedió en Valencia también en Aragón se propagó la Orden con gran rapidez. Así el 31 de octubre de 1599 se tomaba la funda­ ción del convento de Tarazona; el 6 de en ero de 1 6 0 0 , el de Calata- y u d ; el 20 de junio de 1 6 0 2 , el de Hu esca ; en 1605 se llevaba a cabo la fundación de Caspe y hasta se extendía a Pamplona al tomarse esta fundación en 10 de julio de 1606 ( 5 0 ). Según ya dijimos al hablar de la Provincia de Valencia, la de Ara­ gón estuvo siempre regida por Custodios a m od o de Comisarios, los que dependían del Provincial de Cataluña, quien los nombraba a su arbitrio, ordinariamente para un trienio. Así siguió hasta 1607 en que con los seis conventos arriba mencionados se constituyó independiente com o Provincia ( 5 1 ). 7 . Queremos añadir a estas notas que sirven com o de introduc­ ción a nuestra obra, algo que en cierto m od o nos pon e ya a las puer­ tas de la fundación en tierras de Castilla, pero que sin embargo no fué preparación para ello, com o tal vez a primera vista pudiera parecer. R etrocediendo un p o co en los acontecim ientos, hemos de afirmar que, no obstante la oposición hecha a los Capuchinos, se fundaron en breve tiempo nada menos que tres Provincias. C on tod o y con eso aún Felipe II seguía opuesto a ello y aferrado a su opinión, com o lo da entender en una de sus cartas. Va dirigida al Beato R ibera, con fecha < de marzo de 1 5 9 8 , y en ella le pide su parecer en orden a que el Procurador general de la O rden de San Francisco le ha expuesto «qu e de nuevo tratáis de que a una legua de esa m i ciudad de Valencia se funde un monasterio de Capuchinos de la Orden de San Fran­ cis co ». Añade que, sin innovar cosa, le avise sobre lo que hubiere ( 52 ). N o sabemos lo que contestó el Patriarca; pero sí podem os afirmar que la situación n o cambió. M eses después, el 13 de septiembre de 1 5 9 8 , bajaba al sepulcro el rey Prudente y le sucedía en el trono F e ­ lipe III, con razón llamado eí Pío. C on él habrá de cambiar radical­ mente la situación jurídica de los Capuchinos españoles. (48) Crónicas Capuchinas, Parte tercera, p . 274.— V a l l a d o l id , ibid. (49) Crónicas Capuchinas, ibid. — Fundationes, fundatores, sigilla el titulares con- ventuum Aragoniae Capuccinorum provinciae, en Analecta, I X (1893), p. 30. (,50) Ibid.—Schematismus Ord. Fr. Min. S. Francisci Capuccinorum Provinciae Aragoniae in Hispania, Oloti, 1889. (51) Bullarium, V , p. 342. — Libro de los Actos Capitulares, y a c ita d o , fo l. 14 v. C f r . P . V a l l a d o l id , Crónica m s., ff. 6 sv .~ 6 6 r. (52) Archivo del Patriarca de Valencia.— L u gar-M adrid , C lase-A , Sección-6, Armario I, Estante 7, L eg. 3, n.° 42.— H ay copia en el Archivo Provincial de los Capuchinos de Valencia, Carpeta B , L eg. 10, n.° 126.

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