BCCCAP00000000000000000000155

RELIGIOSOS INSIGNES 363 Así vivió un año, entregado por entero a la oración y trato con Dios, hasta el 18 de abril de 16 19 , en que falleció en el mencionado con­ vento de Alicante, «donde sus cenizas están estimadas y veneradas con suma piedad de los fieles, deseando merecer su intercesión» ( 13 ). 2 . Entre otros muchos religiosos que asimismo se distinguieron esos años por su ciencia al par que por sus virtudes y santidad, me­ rece también puesto de preferencia el V. P. Francisco de Sevilla, lla­ mado «el águila de los predicadores». En la ciudad del Betis vió la luz primera el 19 de marzo de 15 5 8 ; des­ cendía de la familia de los Vélaseos, y su nombre de pila fué también el de Francisco. Cuando entró capuchino contaba ya cuarenta años de edad; era sarcerdote y asimismo llevaba ya bastantes años vistiendo el hábito de mercedario en la Provincia de Andalucía. Su fama de excelente predicador corría de boca en boca por varias regiones de España, y, al venir a predicar a Madrid, llamó tanto la atención, que todos dieron en llamarle «el águila de los predicadores, por el alto vuelo que to­ maba en sus asuntos, agudeza de ingenio y mucha erudición con que se encumbraba y se aventajaba a todos los predicadores de su tiempo» ( 14 ). No contento además con la observancia común de las leyes, quiso seguir la corirente de reformas entonces muy en boga, y llevarlas al seno de su propia Orden en la Provincia de Andalucía. Pero, no se­ cundado en su intento, un tanto desengañado y asimismo víctima por ello de contradicciones, se retiró a la Provincia de Valencia, donde igualmente se dió a conocer muy presto como notable orador. Deseoso de quietud y enemigo de aplausos, pidió formar parte de la comunidad de Puig. Allí conoció a los Capuchinos cuando éstos se acercaban a las puertas de aquel monasterio en demanda de limosnas. Como en otro tiempo San Antonio en Coímbra, también él se sintió animado a abrazar vida de más rigor, prendado de la mortificación y virtud de los Capuchinos, cuyo hábito pidió y vistió luego el 29 de mayo de 1602 ( 1 5 ). Justamente, casi por esas fechas, era elegido Superior de toda la Orden Capuchina el futuro San Lorenzo de Brindis. Un año más tar­ de, cuando debía emitir su profesión, se encontraba San Lorenzo en Valencia, haciendo la visita. Enterado de que el novicio había sido ( 13 ) M o n z ó n , ms. c., p. 288 .—F. d e G r a n a d a , o. c., p. 67 . ( 14 ) A l i c a n t e , m s . c., p. 425 ; su vida la describe en las pp. 425 - 481 . Pueden consultarse también: Crónicas Capuchinas, Parte cuarta, pp. 191 - 212 . — Biograjía his- pano-capuchina, pp. 373 - 400 .— M o n z ó n , ms. c., pp. 289 - 304 .— V a le n g im a , o. c., I, pp. 63-108 — N i c o l á s d e C ó r d o b a , Historia instrumental del convento de Antequera, ms. c., ff. 37 - 50 .— Bullarium, O. F.. M . Cap., V, p. 364 . ( 15 ) Estadistic a°enerál de la Provincia de Valencia, o. c., núm. 68 .

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz