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3&o LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA admitido entre los Capuchinos de la Provincia de Palermo ( 2 ). Más tarde, y sin duda después de haber recibido el sacerdocio, era contado entre los destinados a la fundación de Cataluña, donde desempeñó el cargo de Maestro de novicios ( 3 ). En el Capítulo provincial celebrado en Montecalvaiio, ei 27 de septiembre de 1596 , cuando se determinó fundar en Valencia y enviar a ese objeto siete religiosos, entre ellos también se encontraba el P. Po­ licio, prueba inequívoca de la estima en que era tenido ( 4 ). En Va­ lencia fué designado primer Guardián y asimismo primer Maestro de novicios, y durante ios cuatro años que allí estuvo desempeñando esos cargos, gozó de la amistad del Patriarca, Beato Ribera, del futuro du­ que de Lerma, D. Francisco G. de Sandoval y Rojas, y del conde de Benavente, D. Francisco Pimentel, cuando uno y otro fueron allí vi­ rreyes. Asimismo se esforzó en educar convenientemente a los que entonces temaron el hábito y formarlos en el verdadero espíritu capu­ chino con sus palabras y más aún con su ejemplo ( 5 ). Pasados esos años, cuando el conde de Benavente fué designado Virrey de Nápoles, se llevó consigo al P. Serafín por su confesor. En Nápoles no se olvidó en manera alguna de la Provincia de Valencia; fueron verdaderamente muchos y extraordinarios los donativos que le envió: cálices, imágenes, retablos, reliquias, etc. Asistiendo al virrey en su propio palacio, no pudo en modo alguno escapar a las intrigas palaciegas de aquellos que ambicionaban puestos y recomendaciones, ocasionándole «grandes mortificaciones, por las injustas quejas de los seglares y por el indiscreto celo de los religiosos, que sentían sucediese lo que a Fr. Serafín no le era posible re­ mediar» ( 6 ). Para obviar esos inconvenientes se retiró a su Provincia de origen, Palermo, en busca de sosiego y de apartamiento. Pero, cuando se en­ contraba gozando de aquella quietud, le llegó 1 a. noticia de haber sido elegido Provincial de Valencia, al celebrar su primer Capítulo Pro­ vincial en 1607 ( 7 ). Como al siguiente año debía celebrarse en Roma el Capítulo Ge­ neral, siguió aún en Italia para asistir a él, el 23 de mayo de 160 R. (2) A lic a n t e , ms. c., p. 523. ( 3 ) Ibid.— Biografía hispano-capuchina, p. 449 . ( 4 ) Libro da los Actos Capitulares de Cataluña , ms. c., ff. 5 -6 . (5) A lic a n t e , ms. c., pp. 5 2 4 -2 5 . Este cronista conoció personalmente al P. Po­ licio y en su obra no acaba de ponderar en largos párrafos lo que hizo para formar a la Provincia de Valencia en el verdadero espíritu de la Orden: en la pura obser­ vancia regular, en la pobreza, en la penitencia y oración. ( 6 ) Crónicas capuchinas, Parte cuarta p. 359 . (7) F. d e G ra n a d a , o . c., p. 66. — A l i c a n t e , ms. c., pp. 25 y 2 5 8 . Cfr. también lo que arriba hemos dicho sobre cuándo tuvo lugar la celebración del primer Capí- lulo Provincial de Valencia.

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