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12 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA del m ism o rey Felipe II para los Presidentes de aquellos reinos por las cuales les mandaba que de ninguna suerte consintieran fundar en sus gobiernos a nuestros religiosos, y, aunque los señores Diputados de Cataluña suplicaron a S. M . revocase aquel mandato que había dado para Cataluña, com o consta por la copia de una carta que escribieron, la cual está en el A rch ivo de nuestro conven to de Montecalvario de Barcelona, no fué bastante este favor para que el rey hiciese lo que le suplicaban, ni los contrarios dejaron de molestamos, por lo cual estuvo parada la fundación de esta Provincia por algún tiempos con solos doce conventos» ( 2 9 ). En esas palabras están suficientemente explicadas las dificultades y con tradicciones que surgieron al intentar las diversas fundaciones llevadas a cabo por los Capuchinos en Cataluña, las que luego se repi­ tieron en Valencia y Aragón ( 3 0 ). N o nos alargaremos m u cho en lo referente a la fundación de estas dos últimas Provincias; es un asunto que no nos toca de lleno y sola­ mente lo hacemos en cuanto que fueron paso para la entrada de los Capuchinos en Castilla. La fundación de Valencia com enzó a tratarse ya hacia 1587 o 1 5 88 , en un Capítulo, celebrado probablemente en uno de esos años, en e) que el P. Juan A larcón fu é elegido Provincial ( 3 1 ) ; pero su pro­ puesta fué rechazada por mayoría de votos ( 3 2 ). Pasaron varios años y nada se pudo hacer en orden a la m en cio­ nada fundación. Pero los esfuerzos aunados del P. Juan A larcón y del Beato Juan de R ibera, Patriarca de Antioquía, A rzob ispo y Virrey de Valencia, lograrán echar por tierra aun ios mayores obstáculos. A eilos se debe sin duda alguna la fundación de Valencia. Así escribe efectivamente el P. M igu el de Valladolid: « Y no obs­ tante que habiendo propuesto en un Capítulo Provincial si sería bien fundar en el reino de Valencia y resuelto que no por la mayor parte de ios votos, el P. Juan supo hallar m o d o con su prudencia para que (29) Ibid., V I ( 19 11), 9 9 -110 . Véase también allí la valiosa documentación que corrobora este aserto del primero de cronistas capuchinos españoles. (30) C£r. lo que el mismo P. Valladolid dice respecto de la de Valencia al narrarnos la vida del P. Ju an Alarcón en su Crónica ms., f. 6 $ r.: «El P. ju an de Alarcón trató de la fundación del reino de Valencia en la cual había la misma contradicción que en Cataluña por parte de los Observantes, porque aún no tenían provisión del rey para prohibir la fundación en aquel reino, y no obstante que me dijo el Conde de Aytona, padre de este M arqués que hoy vive, siendo virrey de Valencia, que le escribió el R ey Felipe II lo mismo que al virrey de Cataluña y que, respondiéndole en favor nuestro, tomó a replicar que hiciese lo que le había mandado.» (31) C fr. Biografía hispano-capuchina, o. c., p. 590, «M inistros provinciales de Cataluña». (32) V a ll a d o l id , Crónica ms., f. 6sr.

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