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APOSTOLADO DE LA PREDICACIÓN 335 dos libros interesantes sobre la devoción del Rosario. El primero, ti­ tulado Candelero róseo y virgíneo (39), está dedicado a explicar las excelencias del Santo Rosario, y el segundo, Práctica del Santísimo Rosario, con el universal concurso de los católicos pueblos, cantán­ dolo por las principales plazas y calles (40), enseña prácticamente el modo de rezarlo en público y cantarlo con gran solemnidad con música apropiada y popular. Ni se contentaron tampoco con propagar esas devociones que tan buenos resultados alcanzaron en el pueblo, sino que, con objeto de que el fruto obtenido durante la misión, fuese permanente y dura­ dero, procuraron con sumo interés establecer y propagar algunas Con­ gregaciones y, sobre todo, la Orden Tercera, en cuantos pueblos mi­ sionaban o predicaban la Cuaresma. Así, por ejemplo, el P. Angel de Madrid, al predicar la mencionada misión en Salamanca, estableció allí la Escuela de Cristo, y «por no ser de nuestro instituto el tener tales congregaciones en nuestras casas, se puso en el convento de los Padres Agustinos Recoletos» (41). Lo mismo hizo también, entre otros muchos casos, el P. Hermenegildo de Madrid, en 16S0, después de predicar en Bilbao la Cuaresma de ese año con el P. Ambrosio de Madrid (42). Y en general podemos decir que esa era la norma segui­ da por todos los predicadores de misiones o de cuaresmas, la misma que luego seguirá el celebérrimo misionero P. Manuel de Jaén, de quien se dice: «Ni se contentaba su fervoroso celo con remover los vicios, desterrar los escándalos y arrancar las semillas del pecado sino qae renovaba las Cofradías, Escuelas de Cristo, Ordenes Terceras y demás Congregaciones piadosas en que los fieles se ejercitaban en bue­ nas y santas obras, y, donde no las había, procuraba fundarlas e in­ troducirlas» (43). Y por lo que hace a la Orden Tercera, concretándonos por el mo­ mento solamente a la parte de apostolado fuera de nuestros conventos, diremos que el 3 de mayo de 1677 se dió orden a los misioneros del convento de Vailadolid «para que diesen hábitos de la Orden Terce- (39) E ! título completo e s: Candilero roseo, y virgíneo, cuyas htzes nos de­ claran ser Maria Sanlin.ima Autora de su Rosario: y también de que los fieles lo canten en comunidad por las calles y plaças..., M adrid, .1697. (40) Se imprim ió el mismo año de 1697, en M adrid. Fara que se puedta can­ tar trae con música el Padrenuestro, el Avem aria, el G loria Parri, las Letanías y la Salve. (4 1 ) A n g u ia n o , ms. c., í. 263. (42) C ir. A n d r é s d e P a la z u e lo , O . F . M . Cap., Convento de Capuchinos de Deusto (Bilbao), M a d rid , 19 35, pp. 19 ss. (43) M a n u e l d e Jaén , O. F . M . C ap ., Instrucción útilísima y fácil para con­ fesar particular y generalmente, para prepararse y recibir la Sagrada Comunión. M adrid, 1820, N oticia de la ejem plar vida del V . S. d e D ios P. M an u el de Jaén, p. 6.

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