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LA PROVINCIA DE F F. MM . CAPUCHINOS DE CASTILLA Otro medio de subsistencia eran las limosnas de ¡las misas y sobre todo las que recibían en especie como recompensa de la predicación, particularmente en Adviento y en Cuaresma, por otros sermones suel­ tos predicados entre año y fijamente comprometidos con villas y pue­ blos (2). Además: en casi todas las fundaciones, según hemos hecho notar al hablar de cada una en particular, los fundadores, patronos o pueblos, se comprometían a dar, por vía de limosna y anualmente, cuanto fuese necesario para el sostenimiento de los religiosos e incluso para el culto. Tal sucedió particularmente en Jadraque. La duquesa del Infantado, patrona del convento, no sólo se obligó a proporcionar a los dieciocho o veinte religiosos que en él habrían de residir, lo necesario, como pescado, carne, vino, aceite, etc. (3), sino que luego, cuando pareció no era suficiente lo que daba para su manutención, aumentó la can­ tidad (4). Existían poi otra parte los llamados Conventos Reales, que lo eran los de El Pardo, La Paciencia y Sta. Leocadia de Toledo, que reci­ bían de los reyes cuantiosas limosnas (5), y, sobre todo, el de El Pardo, cuanto era necesario para vivir (6), corriendo asimismo por cuenta del oatrimonio real el arreglo de los edificios. El de El Pardo y el de La Pa­ ciencia recibían además de la Real Botica cuantos medicamentos nece­ sitaban los religiosos que en dichos conventos moraban. Como último recurso existía el de pedir limosna. Precisamente, debido a la proverbial pobreza de los Capuchinos, más estrecha que en las otras familias franciscanas, se levantaron en cada fundación enor­ mes dificultades, surgidas justamente de los Observantes y de los Des­ calzos, temerosos de que sus limosnas viniesen a menos. Había sin embargo cosas que en cierto modo no podían proporcionarse sino por ese medio, como el pan, también la carne y frecuentemente el pescado y legumbres. Para ello había en cada convento dos limosneros: uno que corría con la limosna del pueblo, villa o ciudad donde estaba enclavado el convento, y el otro que hacía la postulación de legumbres, vino e (2) Por ejemplo, en Vilianueva del Cárdete debían predicar todos los sermones ya desde 1668, y luego también 1 a Cuaresm a y el Adviento, por acuerdo de los vecinos, (A PC , 30/0001 i, 30/00 013 y 30/00014). Y a hemos hecho notar arriba que cuando los PP. M iguel de Valladolid y F ran ­ cisco de Esquivias predicaron en Haro la Cuaresm a, no quisieron recibir recom­ pensa alguna nj siquiera a título de limosna, lo que hizo constar el Ayuntam iento para memoria de los venideros y agradecimiento de la villa para con los Capuchi­ nos (13 de marzo de 1695) (A PC , 3 5/0 0 2 11). (3) Escritura de fundación entre la duquesa del Infantado y los Superiores de la Provincia (21 de noviembre de 1676) (A PC , 25/00018). (4) Escritura de nueva dotación (4 de diciembre de 16 8 1) (A PC , 25/00023). (5) C fr. Archivo del Palacio N . de M adrid.— Sección Adm inistrativa.— Congre­ gaciones Religiosas.— L eg. 3. Capuchinos. (6) C fr. supra, p. 63.

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