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LOS ESTUDIOS 301 fiere, era inferior en categoría a los Lectores, título que únicamente llevaban los que enseñaban Filosofía o Teología. 3 Al estudio de estas ciencias pasaban les que ya habían cumpli­ do cuatro años de hábito y por otra parte habían demostrado su apti­ tud para los estudios. Y, puesto que habían cumplido ya cuatro años de vida religiosa, gozaban una mayor libertad. Podían elegir confesor entre los señalados, usar manto y suelas al entrar en el coro; decían la culpa solamente los lunes, miércoles y viernes, pero venían asimismo obligados a hacer la disciplina y comer en tierra los lunes, miércoles y viernes de Adviento y Cuaresma y las vísperas de los Santos de pri­ mera y segunda clase así de la Orden como de la Iglesia (7). Los cursos duraban solamente desde la fiesta de San Francisco has­ ta la de San Buenaventura, y lo primero que se ejecutaba al comenzar el curso, era hacer todos profesión de defender la fe católica, sus miste­ rios y verdades y particularmcinte «viribus et posse la inmaculada pureza de la siempre Virgen María Señora nuestra desde el primer instante de su natural ser, protestando derramar su sangre y perder la vida por cualquiera de los sobredichos misterios; el cual voto, por ser esta soberana Emperatriz de los cielos Señora y Protectora nuestra, le tiene jurado in aetemum nuestra Religión Seráfica» (8). Las clases se tenían diariamente dos horas y eran solamente por la mañana. Los sábados se celebraban conclusiones o sabatinas a las tres de la tarde, conclusiones que se ponían aunciadas en la puerta de! refec­ torio para que los Padres de la comunidad pudiesen asistir a ellas y aun argüir. Por otra parte, los estudiantes podían ser, y lo eran efectivamente, quitados de sus estudios; unas veces por poca aplicación; otras, por achaques y enfermedades; otras, por su conducta (9), durando a ve­ ces esa separación más de un año. Además: estaban obligados a seguir en un todo la doctrina de sus respectivos Lectores y no t-ener muchos libros en la celda, aunque se permitía tener uno o más autores de la misma facultad (10). Por su parte los Lectores eran elegidos libremente por los Supe­ riores de la Provincia y generalmente en Capítulo; podían ser también quitados libremente, al menos entonces, al arbitrio de los mismos Su­ periores; pero generalmente comenzaban la enseñanza de la Filosofía a un curso de estudiantes y con ellos continuaban luego hasta concluir también la Teología. Sólo entonces daban en cierto modo por termi- (7) A n g u ia n o , o.c., pp. 179-80. (8) Ibid., p. 198. (9) Muchos fueron los casos, como puede verse en el Viridario auténtico, ms. c., v, entre otros, vide f. iov. y p. 52. (10) A n g u ia n o , o.c., p. 196.

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