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284 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA terial si se quiere, por qué exigían que los conventos estuviesen fuera de las poblaciones, cuando de otra manera, viviendo en sitio céntrico, no les hubiera sido posible disponer de una huerta capaz y espaciosa. Aun así y todo, en los mismos conventos edificados más en el centro de las ciudades, como fueron los del Prado, de La Paciencia, de Sta. Leo­ cadia de Toledo, Segovia y Valladolid, todos ellos disponían de huerta más o menos capaz. Y particularmente fueron notables, como aun hoy en día pueden admirarse, las de El Pardo, Toledo, Toro, Villarrubia y Villanueva del Cárdete. En ellas no sólo se cultivaban hortalizas sino abundantes frutales, como de la de Salamanca, Toledo y Toro dice expresamente el P. Monzón, que residió en esos conventos, y asi­ mismo lo testifica el P. Agustín de Granada (9). Sabemos también que de la huerta de El Pardo, cuyos árboles frutales fueron llevados de Aranjuez, se proveía de fruta a ios conventos del Prado y de La Pa­ ciencia. Mas de nada hubiera valido o muy poca utilidad hubiera reportado la huerta, si no se hubiera dispuesto de agua abundante para el riego. Para conseguirlo tampoco escatimaron aquellos Capuchinos del si­ glo XVII medios ni gastos, pues a la verdad en algunas ocasiones se hicieron tantos como hubieran sido casi suficientes para levantar en­ tonces un convento. Así lo practicaron en el del Angel de Toledo, trayendo el agua de buena distancia por medio de una muy costosa cañería (10); lo mismo y con más razón se diga del de El Par|do, cuya agua se trajo de varios kilómetros por medio de costosísimas galerías, pagadas en gran parte con generosa munificiencia por los reyes (11); y más notable fué aún la traída del agua para la huerta de Vilinueva del Cárdete desde «siete mil setecientas varas de distancia», con un coste total de cuatro mil ducados (12). Como complemento en todas las huertas había grandes estanques para mejor llevar a cabo el riego, según puede verse aún en las de El Pardo, Toro, Segovia, Alcalá de Henares, y asimismo para el apro­ vechamiento del agua dispopnían de interesantes sistemas de riego que aun hoy en día podrían servinos de modelo, siendo los más notables los de Alcalá de Henares y Cubas (13). Así, sin faltar en nada a la pobreza y viviendo por otra parte del trabajo de sus manos y aprovechando los recursos naturales, se hacían (9) M onzón , ms. c., f. 19 y 25.— A. de G ranada , ms. c., p. 64. (10) M on zón , ibíd. (11) Memoria de las fuentes del convento de El Pardo y del nacimiento de ellas (APC. 27/00071). (12) Informe sobre la traída del agua ai convento de Villanueva (31 de mayo de 1651) y su ejecución (APC, 30/00009 y 30/00010). (13) Diseño y plano de la conducción del agua de riego a la huerta y por toda ella (APC, 28/ooo6oa).

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