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G O B IE R N O Y VIDA D E LA PR O V IN C IA 2 6 9 el 14 de abril del siguiente año 1701 hacía su entrada solemne en Madrid. Con ese acontecimiento importante para la historia de nuestra Pa­ tria y asimismo de trascendencia para nuestra Provincia, cerramos este período y damos por terminada la primera parte de este tomo de nues­ tra historia. 7. Sólo añadimos, como colofón de este capítulo, y repetimos nue­ vamente lo que ya hacíamos notar al finalizar uno de los prece­ dentes, es decir, que no obstante esa falta de paz que se nota en la Provincia, estos últimos años del siglo XVII, no escasearon los escritores, distinguiéndose muy especialmente los PP. Antonio de La Puebla, Antonio de Fuentelapeña, Antonio Iribarne de Tarazona, José de Sevilla, Francisco de La Mota, José de Madrad, y, sobre todo, el P. Torrecilla, que en estos años despliega una extraordinaria activi­ dad literaria. Bastante hemos dicho también sobre los predicadores y misioneros; no obstante, a los nombres ya citados, lo mismo en éste que en ante­ riores capítulos, añadiremos los PP. Miguel de Valladolid, José de Se­ villa, Francisco de La Mota, José de Illescas y Pedro de Reinosa, y muy especialmente los cuatro que en estos años consiguieron el título de Predicador de S. M .: PP. Bernardino de Madrid, Agustín de La Nava, Miguel de Pinto e Ildefonso de Alcaraz. También se vieron distinguidos con el nombramiento de Califica­ dores de la Inquisición los PP. Antonio de La Puebla, Juan de Pes­ quera y Agustín de Campo. Finalmente: la lucha que venía sosteniéndose acerca del derecho de los Capuchinos a dar hábitos de la Tercera Orden, termina con un pleito ganado ante el Nuncio;, decretando éste (14 de febrero de 1697) que los Capuchinos son verdaderos hijos de San Francisco y tienen pleno derecho a dar hábitos de Terciarios. Así terminaba con éxito la lucha entablada y sostenida durante más de medio siglo, y que nunca debiera haberse comenzado, en la que los Capuchinos castellanos lle­ varon, a no dudarlo, la parte más decisiva y al propio tiempo más glo­ riosa, como veremos en la segunda parte. impreso en 1701, y el otro a la Villa, que lleva el siguiente título: Oración / fu­ nebre / en las Reales exequias, / que a nuestro difunto / Cfatolico Monarca / D . Carlos II. / que está en gloria, / consagró / la siempre leal, imperial, /, Coro­ nada Villa de Mf.drid, en el Convento / de Santo Dom ingo el Real, el dia 17. de / Diziembre de 1700. / Dixola / el Rmo. P. Fr. Bernardino de / Madrid, Predicador de su Magestad, Missionario / Apostolico, y Provincial que ha sido de esta / Provincia de Capuchinos de los Rey- / nos de Castilla, (s. 1 . s. a.).

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