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¿6 6 LA PR O V IN C IA D E F F . M M . C A P U C H IN O S D E C A STILLA En dicho capítulo, aparte de otras ordenaciones, se determinó que en vista de la necesidad que sedejaba sentir en muchos religiosos que no eran predicadores, se estableciese un curso de moral en el convento de Valladolid, y asimismo se puso en el de El Pardo mi curso de Gra­ mática (34). Y un año más tarde, en octubre de 1699, en atención a la falta que se notaba de Hermanos Legos, se resolvió se recibiesen en el noviciado cuantos fuesen necesarios, y no comohasta entonces, en número limitado. También por esa misma fecha se aceptó una nueva fundación en la villa de Orgaz (Toledo), de la cual no tenemos más noticias (35). En el citado año 1699 se ganó ante el Nuncio y ante el Consejo de Ordenes un ruidoso pleito entre el Prior de Uclés y el Cura de Villanueva del Cárdete, por una parte, y la comunidad de Capuchinos de dicha villa, por otra, sobre derechos y obligaciones de los religiosos en la procesión del Corpus, pretendiendo aquéllos no poder asistir con Cruz alzada. Ei P. Torrecilla compuso a tal efecto un erudito alegato que fué un nuevo triunfo a su favor (36). Entre tamo se iba acercando la fecha de celebrar Capítulo, que el P. Provincial, Antonio de La Puebla, obtuvo del Nuncio se retrasase hasta mayo de 1700. Mas, habiendo obtenido el P. General permiso para venir a España a hacer la visita, mandó no se celebrase hasta su llegada; por desgracia, cuando se disponía a embarcarse para España, fallecía en Génova él 29 de abril de 1700 (37). Dicho Capítulo Provincial se celebró, por fin, el 8 de octubre. En previsión de que en 1702 debía tener lugar el Capítulo General, se trató de elegir en el citado Capítulo Provincial los dos Custodios, y para eilo se sometió al parecer de todos los Capitulares una consulta hecha por el P. Torrecilla, en la que probaba no había inconveniente alguno en que se hiciese la elección de los Custodios para el Capítulo General. Dicha consulta fué aprobada por todos los vocales, a excep­ ción de cuatro (38). Pero con ese motivo se volvieron a manifestar de nuevo las disen­ siones existentes en el seno de la Provincia y una vez más se puso de manifiesto que no todo había terminado con la abolición de los Discretos. El P. Torrecilla manifestaba su satisfacción por tal abolición diciendo que ya habían cesado en la Provinica muchos disturbios y que se celebraban los Capítulos por los señalados en su lugar, «que ( 34 ) VA, p. 57. (35) Ifcíd., p. 60. (36) Ibíd. — T o r r e c illa , Apologema, o. c., pp. 469 ss. (37) VA, pp. 61-63. (38) ED, p. 119, Esta consulta se imprimió luego y llev¡a el siguiente titulo: Consultatio N. Adm. Rev. Pal. Martini de Torrecilla (s. a. s. I.), 9, ff. s n. (APC, 44/00017)..

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