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VIDA QE LA PROVINCIA DESDE IÓ 57 A 1678 2C9 Entre tanto, el generalato del P. Cesena iba tocando a su fin. El 27 de mayo de 1678 se reunía en Roma el Capítulo de la Orden para elegir sucesor en la persona del P. Bernardo de Porto Maurizio. A dicho Capítulo concurrieron de Castilla, aparte del P. Torrecilla, como Pro­ vincial, los PP. Félix de Bustillo y Juan Francisco de Milán, como Custodios, y también el P. Antonio de Fuentelapeña, como Visitador y Comisario de Sicilia. Justamente en ese Capítulo salió elegido Defini­ dor tercero por 94 votos el P. Torrecilla (56), ec contra del P. Francisco de Jerez, que era el presentado y protegido del embajador de Carlos II en Roma (57). q . Ese solo delito dió origen a los sucesos que narraremos en otro capítulo y que motivaron indirectamente y como consecuencia no pocas revueltas y disensiones en Castilla; mas, antes de cerrar el presente, queremos exponer algunas de las actividades más importantes desarro­ lladas por los religiosos en estos años que acabamos de historiar. Durante ellos fueron bastantes los que publicaron obras de rele­ vante mérito, tales como los PP. Leandro de Murcia, Gaspar de Viana, Martín de Torrecilla, Gregorio de Salamanca, José de Nájera, Juan de Santiago, Antonio de Fuentelapeña y Mateo de Anguiano. Del valor e importancia de ellas hablaremos más adelante. Ni descollaron menos, como lo habían hechc en años anteriores, en la predicación, sobresaliendo especialmente los PP. Miguel de Ma- jadahonda, Gregorio de Salamanca, Diego de Toledo, Gaspar de Viana, Juan de Tudela, Rafael de Pinto, Angel de Madrid, Antonio de Tru- jillo, etc., a los cuales hay que añadir aquellos que obtuvieron en estos veinte años el título de Predicador de S. M ., que fueron los PP. Juan Francisco Zacer de Madrid, Leandro de Murcia, Pedro de La Mora­ leja, Alejandro de Toledo, Félix de Bustillo, Manuel de Madrid y José de Madrid. Y por lo que a éstos hace, el 5 de julio de 1677 recibía el P. Torrecilla un comunicado de parte de Carlos II en que se le decía que, teniendo en cuenta el gran número de Predicadores de S. M ., de lo cual se seguía menos estima del ministerio sagrado, había del Archivo de Simancas, Estado, donde hay infinidad de documentos relativos a la prohibición hecha al P. Cesena de visitar la Provincia de Nápoles. En defensa del P. General se sacó a luz el siguiente papel: «Pública satisfacción a lo que se acumula al Reverendissimo Padre General de Capuchinos: y fué motivo (a lo que se dize) del accidente sucedido en Nápoles con su Reverendissima». Impreso (s. a. s. 1.), 8 pp. num. N o lleva tampoco autor, pero no sería aventurado asegürar fuese el P. Torrecilla quien lo compuso y publicó. ( 56 ) F e lice da M a reto, o. c., p. 162 . ( 57 ) Sobre lo sucedido en dicho Capítulo General hay multitud de papeles, cartas, comunicados, etc., en el Archivo de Simancas, Estado, Legs. 3128 y 3129 . Después de haber leído esos documentos oficiales, advertimos anticipadamente que reputamos enteramente falso cuanto el P. V alen ciña, o. c., t. IV, Sevilla, 1908 , pp. 190 - 93 , dice acerca del particular, copiándolo del P. Nicolás de Córdoba.

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