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CONVENTOS NUEVOS E INTENTOS DE OTRAS FUNDACIONES 175 lentamente que en 1651 no llegaban sino a la, altura de la cornisa (1). A mediados de ese último año andaban preocupados los Capuchi­ nos en buscar sitio para convento, cuando se les vino a las manos esta magnífica ocasión, pues la ciudad, sabedora de lo que ocurría, les ofre­ ció generosamente la nueva iglesia que se estaba construyendo. A mediados de julio se acordó pedir permiso al Arzobispo, y el 17 se dió cuenta al Ayuntamiento de haberla concedido. Ese mismo día en­ tró el P. Guardián de los Capuchinos para dar gracias a la ciudad, pi­ diendo asimismo se escribiese al Rey y al Consejo para que aprobasen lo hecho. Pero el 1 de septiembre vino una Real Cédula del 27 de agosto, en la que se pedía a la ciudad informase del motivo que había tenido para dar a los Capuchinos aquella iglesia (2); incluso se man­ dó luego se les quitase la posesión que el Arzobispo y ciudad habían dado de una iglesia cuyo patronato pertenecía al Rey (3). No obstante ese contratiempo, insistieron los Capuchinos en su demanda, y al fin Felipe IV, por Cédula de 17 de diciembre de 1651, les concedió Sta. Leocadia, delegando a D. Antonio de Contreras para que ajustase las condiciones del patronato (4). Entre otras, que los Reyes serían patronos perpetuos; que en la capilla mayor no podrían enterrarse sino personas reales; que la nueva iglesia llevaría el título de Sta. Leocadia. Esas condiciones fueron ratificadas por el Rey el 15 de enero de 1652, y el 28 tomaban los Capuchinos nueva pose­ sión (5). He aquí cómo se encontraba Sta. Leocadia cuando de ella se hi­ cieron cargo los Capuchinos: «Había en el sitio del mismo calabozo hecha una capilla muy alta de obra muy antigua de ladrillo con dife­ rentes molduras y ventanas en modo ochavado; la escalera estaba ha­ cia la plazuela dos o tres pasos desviada de los arcos del cuarto del Alcázar, tendría treinta escalones poco más o menos, y el altar estaba enfrente de la misma escalera, y al lado derecho del mismo altar, que era el del Evangelio, estaba la rejilla o sitio donde por tradición se dice ser el lugar donde la gloriosa virgen hizo la señal de la cruz; a los dos lados del altar estaban los dos sepulcros de Wamba y Reces- vinto, los cuales se abrieron y registraron en la conformidad que se ( 1 ) Cfr. «Fúndase el convento de Capuchinos en la iglesia de Santa Leocadia. Año de 1651 » (B. N .—Ms. 13 . 031 , f. 123 ). Las noticias dadías en este documento están tomadas de otro que era a su vez estracto de los originales que se conser­ vaban en el Archivo secreto de Toledo. ( 2 ) • Ibid. ( 3 ) Cfr. «Las cosas particulares que pertenecen al convento de Santa Leoca­ dia» (APC, 25 / 00082 , y también los documentos 25/00102 y 25 / 00139 , que dicen relación a lo mismo). ( 4 ) Cédula Real (Madrid, 17 de diciembre de 1651 (APC, 25 / 00085 ). ( 5 ) Ibid.

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