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144 LA PROVINCIA DF. FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA El titular era el Seráfico Doctor San Buenaventura. De él había en el retablo del altar mayor un gran cuadro que le representaba juntamen­ te con otros muchos santos, todo ello muy bien ejecutado al natural y según el estilo de Carducho. Y en la cripta, lugar de sepultura de los Condes de Cobatillas, existía una imagen del Señor atado a la co­ lumna, escultura de Nicolás Fumo, y las paredes estaban adornadas con ocho cuadros: cuatro de D. Juan Carreño y cuatro de Sebastián Rici, que parece trabajaron a competencia en esta ocasión. Represen­ taban asuntos de la Virgen (37). Hoy todo ha desaparecido: los sepulcros, los cuadros, la capilla y también los nichos de los enterramientos de los religiosos, que estaban p2red por medio. Para confusión de la vanidad humana, la cripta está convertida en inmundo pajar, y el convento e iglesia son propieda'd de las Religiosas Oblatas de María Inmaculada. 3. P leito entre C apuchinos y D escalzos .—Como ya apunta­ mos antes, con motivo de la fundación de Villanueva y de Valdema- queda, que no subsistió y de la que luego hablaremos, y asimismo de la de Segovia, se suscitó un gran pleito entre Descalzos y Capuchinos, al creerse aquéllos perjudicados en sus intereses materiales. Ciertamente que, como ya varias veces hemos repetido, los Ca­ puchinos tenían permiso para fundar en las dos Castillas 24 conven­ tos; pero prácticamente no se admitía ninguna nueva fundación sin que el Rey primero y luego el Consejo diesen su licencia especial. Su nrocedimiento lo exponía así el Consejo al Rey el 29 de octubre de 1629: «Supuesto que los dichos Capuchinos tienen licencia anterior a la prohibición de que se funden más monasterios, y decretos de V. M. para edificar el número de casas que proponen, y cue toda la dificultad consiste en la contradicción que han hecho los Frailes Des­ calzos de San Francisco, porque dicen que algunas fundaciones pue­ den tener perjuicio, cesando las limosnas de que se sustentan, ha ca­ recido al Consejo representar a V. M. que, aunque los Capuchinos tienen licencia general para cierto número de casas, pero que no pue­ den usar de ella sin sacar nueva Ucencia del Consejo para el lugar particular donde pretenden fundar, y entonces se hacen las diligencias vido dar a sus siervos y miserables pecadores D. Antonio de Contreras y Doña María de Amezquita y Guzmán su mujer. D. Antonio fué hijo de D. Jerónimo An­ tonio de Contreras y de doña María González de Bemaldo de Quirós que están sepultados en la iglesia de San Pablo. Fué Colegial del Mayor de Oviedo en' Sala­ manca, Caballero de la Orden de Calatrava y después de otros oficios fué del Consejo y Cámara del Rey nuestro Señor y de su Real Hacienda. Falleció a 29 del mes de septiembre del año MDCLXX . Doña María fué hija de D. Antonio de Amezquita y de Doña Juana de Guzmán. El fué natural de Cuencia, descendiente de D. Luis de Guzmán, Maestre de Calatrava, y sus cuerpos están en entierro de esta iglesia. Falleció doña María a once del mes de abril del año 1661 .» (37) A. P onz , Viaje por España, t. IX, 2 .a ed., Madrid, 1787 , p. 247 .

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