BCCCAP00000000000000000000155

130 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA 6. Por lo que respecta a la Provincia, se nota en estos años un gran movimiento de predicación. Son muchos los predicadores que se disputan los mejores púlpitos, tales como los PP. Jerónimo de Sa­ lamanca, Sebastián de Santa Fe, Leandro de Murcia, Alejandro de Valencia, Juan de Ocaña, etc., no faltando entre ellos varios que ob­ tienen el título de Predicador de S. M. Merece sobre todos especial mención el P. Juan de Ocaña, gran­ demente alabado por el jesuíta P. González Pereyra, aunque añadía: «Si bien a mí ningún hermano me ha edificado más que ver por las calles un capuchino, los ojos en el suelo, el capucho calado hasta la boca, pisando su misma barba» (44). Precisamente por su libertad en hablar fué desterrado de la Corte en abril de 1637 ( 45 )> aunque en 1641, a más tardar, ya había vuelto a Madrid (46), siguiendo su pre­ dicación con el aplauso de siempre, diciendo al Rey, como acota el mencionado jesuíta, «cosas muy buenas» (47). Además: durante el gobierno del P. Morentin, fué erigida en Provincia la Custodia de Andalucía, el año 1637. El primer Capítulo tuvo lugar el 24 de diciembre de 1638, y en él fué elegido Provincial el P. Alejandro de Valencia, que en aquel entonces era primer Defini­ dor de Castilla y Guardián del convento de Madrid (48). Rigió los destinos de Andalucía hasta el 30 de abril de 1640, en que, al cele­ brarse el segundo Capítulo Provincial y ser reelegido, renunció al car­ go y se volvió a Castilla (49). 7. Mientras el P. Valencia era Superior de Andalucía, Castilla celebraba su Capítulo el 7 de octubre de 1639, y en él era elegido Provincial el P. Serafín de León. La personalidad de este religioso, insigne por muchos conceptos, pues se trató de hacer el proceso para ( 44 ) Carta del 10 de abril de 1635 , en Memorial histórico español, XIII, pp. 167 - 8 . ( 45 ) A. R odríguez V illa , La Corte y la Monarquía de España en los años ■ de 1636 al 1631 , Madrid, 1886 , p. 127 . El P. M. d e P o b la d u ra , L os Frailes Menores Capuchinos en Castilla, o. c., pá­ ginas 46 ss., cree descubrir en este destierro «la clave de dos tendencias existen­ tes en la Provincia». Nuestro parecer es que el destierro del P. Ocaña obedeció únicamente a lo dicho en ese sermón. Asimismo el otro hecho que aduce de la protesta de los Superiores por haber sido designado el P. Ocaña para hacer el informe sobre los PP. Barca, es un mero incidente en puntillos de más o menos honor o distinción. El P. Alejandro estaba demasiado acostumbrado a que todo se lo encomendasen a él. Prueba de ello es que, al hacer la visita el P. General poco después,nada se echó de ver en ese particular. ( 46 ) ED, p. 25 . En el Capítulo de 23 de agosto de 1641 fuéelegido Defini­ dor Provincial y Guardián de! convento de S. Antonio. ( 47 ) Memorial histórico español, XVI, p. 308 , carta del 1 de abril de 1642 . ( 48 ) ED, pp. 22 - 23 .— V alencia , o . c., II, p. 356 . (49) V alencina , o . c., III, p. 30.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz