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LA PROVINCIA DE CASTILLA 87 grandes dotes oratorias, y después termina sus días en el de Sevilla en 1Ó41 (11). 4. Por una coincidencia singular, en ese mismo año 1641 moría también y en tierras castellanas, en Torrijos, su sucesor el P. Félix de Granada, elegido para Ministro Provincial de Castilla en octubre de 1621. Había tomado también el hábito en Cataluña en 1596, pero luego había formado parte de la Provincia de Aragón, de donde pasó a Cas­ tilla poco tiempo después de la fundación del convento de San Antonio del Prado. Aunque siempre se firmaba como natural de Granada, los cronistas afirman que su patria fué Andújar, y allí fué tenido siempre como «uno de los más nobles caballeros de aquella ciudad», descendiente de los Duques de Maqueda y de Nájera y pariente muy cercano (12). Era a su vez hombre emprendedor y había trabajado grandemente por la propagación de la Orden, sobre todo en Andalucía, ayudando lo mismo con su influencia que con su predicación. Tal sucedió, por ejemplo, en la fundación de Antequera, de la que fué Presidente los primeros años, y asimismo más tarde, en 1619, ayudó al P. Jerónimo de Salamanca a vencer las dificultades surgidas en la fundación de! convento de Toro, cuando estaba de Guardián de Salamanca. Al poco tiempo de ser elegido Provincial dió comienzo a la visita de los conventos, haciéndola primero en Castilla, pasando luego a An­ dalucía, aun antes de finalizar el año 1621 (13). Movido sin duda del aplauso con que fué recibido en su ciudad natal, Andújar, concibió el proyecto de fundar allí un convento,y, no obstante las muchas dificultades salidas al paso, por fin logrósu intento en ios primeros meses del año siguiente. Pero cuando más atareado se hallaba en aquella fundación, recibió la noticia de que había llegado a la Corte el P. Jacinto deCasal, ca­ puchino italiano, que venía como embajador del Emperador Fernan­ do II al Rey de España y, al mismo tiempo, en nombre de! Sumo Pontífice, para tratar del socorro de Alemania por una partey por otra para que se diese al Duque de Baviera el electorado (14). Entró en Madrid el 16 de diciembre de 1621 con «ruido de auto­ ridad, en su coche y acompañado de un canónigo italiano; traía por ( 11 ) V a l e n c in a , o. c., t. II, p. 359 ,y t. III, pp. 55 - 6 .—B. d e C a r r o c e r a , Necrologio, o. c., p. 305 , 9 de diciembre. ( 12 ) V a l e n c in a , o. c., I, p. 214 .—A. d e G r a n a d a , ms. c., p. 70 . ( 13 ) F é l ix d e G r a n a d a , o. c., p. 58 . ( 14 ) Archivo de Simancas.—Estado. Leg. 2851 y K - 1456 , ff. 187 , 191 y 195 . Hay aquí abundante documentación sobre el viaje a España del P. Jacinto de Casal: cartas del Emperador a D. Baltasar de Zúñiga, a Felipe IV y al propio P. Casal en que se expone la finalidad de su embajada.

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