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•126 LA ANTIGUA PROVINCIA CAPUCHINA DE NAVARRA Y CANTABRIA exención de alojamiento de tropas, otorgado por Su Majestad Católica para los Hermanos de la Religión capuchina 6. La Orden capuchina, por su parte, correspondía a los servicios de estos bienhechores otorgándoles diversas gracias espirituales. Muchos de los Hermanos de los capuchinos recibían sepultura en la iglesia del convento, por concesión expresa del P. General. Otros se entierran con el hábito de la Orden. A todos se les hacía la caridad de sufragios, los mismos que se hacían a los religiosos de la provincia después de su muerte. Con este fin estaba mandado por los capítulos provinciales que los Padres Guardianes, a la muerte de los Hermanos de la Religión, diesen aviso a los conventos para que se les hiciese la caridad de los sufragios. Desde principios del siglo XVII la provincia obtuvo licencia de los Capítulos Generales para que los religiosos aprobados pudieran confesar a los Hermanos de la Religión que nos hospedan en sus casas. Finalmente, los Hermanos de los capuchinos recibían la Carta de Hermandad, esto es, un diploma que los declaraba hijos espirituales de la Orden y participantes de las buenas obras que practican los capu­ chinos esparcidos por todo el mundo. G. Viridario, p. 47.

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