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*24 LA ANTIGUA PROVINCIA CAPUCHINA DE NAVARRA Y CANTABRIA 3. Cada uno de los conventos de la provincia anotaba con esmero ios nombres de sus principales bienhechores. Entre los bienhechores del convento de Tafalla distinguiéronse los siguientes: En primer lugar, su fundadora, doña Jerónima de Oilacarizqueta y Sarria, la cual en su último testamento dispuso que de su hacienda y bienes se edificase el convento de capuchinos de la ciudad de Tafalla. Don José Carlos de Meneos y doña Leonor de Ayanz de Arbizu, su mujer; así como doña Rafaela de Ayanz, Hermana de la orden en Ba- rasoain, señora de conocida nobleza y singular devoción a los capu­ chinos. Don Martín de Buitrago, hijo de la misma ciudad, y vecino de Madrid, fué un gran bienhechor de la Comunidad y envió al convento un cáliz dorado, un copón y una custodia, unos ramos, casullas y otras muchas cosas para la iglesia y sacristía. Don Martín de Tafalla, muerto en 1715, dejó en su testamento un censo de cien ducados de principal para que con su rédito anual se asistiese a los enfermos del convento. Doña Dorotea de Villava, fallecida en 1717, señaló en su testa­ mento cuatrocientos ducados de principal para hacer la fiesta de la Virgen de los Afligidos con música y sermón. Don Pedro Munilla, beneficiado de la parroquial de Tafalla, dejó cuatro mil ducados para que del rédito de ellos diese la Ciudad limosna para ayuda del sustento de los religiosos. Don José de Caparroso, singularísimo bienhechor, fué sepultado en la bóveda común de los religiosos. Don Martín Gómez, presbítero y beneficiado de las parroquiales de Tafalla, hizo dos fundaciones piadosas en el mismo convento. Como bienhechores del convento de Fuenterrabía merecen gratitud y recuerdo especial los siguientes: Don Martín de Echauz, que envió al convento 800 ducados, los cuales se emplearon en levantar las cercas de la huerta. Don Juin José de Iturribalzaga, caballero del hábito de Santiago, barón de Oña, vecino de Motrico. Este señor mandó en su testamento se diesen al convento de Fuenterrabía 4.500 reales de vellón para alivio de sus necesidades. Don Gabriel José de Zuluaga, Gobernador de Caracas, remitió al mismo convento sesenta fanegas de cacao. Don Esteban de Echeverría, caballero de la Orden de Santiago,