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398 LA ANTIGUA PROVINCIA CAPUCHINA DE NAVARRA Y CANTABRIA de llamarse maestros, y, si se difiere para más adelante su elección, sucede que, dedicándose a la predicación, se olvidan o pierden el gusto del estudio escolástico. Para dar remedio en este importantísimo punto, a que se añade el inconveniente que, si el lector cae enfermo o se ausenta por algunos días, quedan los estudiantes como ovejas sin pastor a su libertad, ordenamos y mandamos que en todos los estudios se ponga un maestro de estudiantes, el cual, entrando por concurso y ejercitando loablemente con aplicación y religiosidad su empleo, sea después lector del curso que se pondrá acabando aquél, y de éste se eligirá para maestro del futuro estudio uno que sea de los discípulos del antecedente, de modo que en esta conformidad el maestro venga a ser siempre (excepto este primer caso) discípulo del lector cuando éste fué maestro ; con lo que se conservará la unión y buena correspondencia entre ellos» l8. 5. Durante el generalato del P. Amado de Lamballa (1768-1773) fueron enviados a Francia algunos jóvenes de la provincia de Navarra y Cantabria para hacer allí sus estudios en compañía de los estudiantes de aquellas provincias capuchinas. Franceses y españoles reportaron ventajas con esta disposición ; aquéllos, porque se remedió en parte la escasez de religiosos con que se hallaban por las órdenes del gobierno, que les prohibían la profesión hasta los veinticinco años; los navarros volvían a su provincia prácticos en la lengua francesa y capacitados para confesar a los franceses que acudían a los conventos, principalmen te a los de Rentería, Fuenterrabía y Pamplona. Los primeros jóvenes enviados a Francia fueron Fr. Joaquín de Sorauren y Fr. Celedonio de Peralta, coristas. Estos se dirigieron a la provincia de Bretaña en octubre de 1768, a comenzar el curso de filosofía (lógica) bajo la disciplina del P. Ambrosio de Rhedoneur. El siguiente año los Padres Antonio de Corera y Joaquín de Tafalla, con­ cluidos sus tres años de filosofía, pasan a estudiar a Bayona, en la provincia de Aquitania. En 1770 hállanse estudiando en Brest Fr. Ce­ ledonio de Zudaire, Fr. Matías de Cintruénigo y Fr. Angel de Avalos, y terminan allí el septenio exigido por las Constituciones de la Orden y son examinados y aprobados de predicadores, si bien vueltos a su provincia fueron agregados al curso de moral, «por cuanto no estudia­ ron esta materia con la formalidad que corresponde». En setiembre de 1774 varios estudiantes de Navarra se encuentran en Nantes. Ese mismo año el corista Fr. Adrián de Autol, enviado a estudiar en la 18. O r d e n a c io n e s d e v is ita d e l P . C o lin d r e s (A r c h . P r o v . C a p , N a v .).

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