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388 LA ANTIGUA PROVINCIA CAPUCHINA DE NAVARRA Y CANTABRIA Por el año 1773 o siguiente, el P. Fidel de Rala (o de Aoiz) había dado principio a dos pueblos de Motilones, habitados posteriormente por algunos mulatos que trabajaban por orden del Gobernador. En la época de evangelización del país unos pueblos se llamaban pueblos de Doctrina, y eran los que pagaban tributo; y otros se decían pueblos de misiones, sometidos en lo espiritual y en lo temporal a los religiosos, con exclusión de toda otra autoridad, sin comunicación con los hombres de otras razas. Todos los pueblos a cargo de nuestros mi­ sioneros eran misiones, o sea pueblo de misión. Cada pueblo de misión era regido por un misionero. En una solemne junta de autoridades celebrada a 23 de julio de 1779 en el palacio del Gobernador de la provincia se determinó que todos los pueblos ya edificados y que en adelante se edificaren a expensas del Real Erario se entreguen luego a los misioneros, de quienes, según las leyes de Indias, dependen únicamente en lo espiritual y temporal todos los indios domesticados. «Esta determinación —decía el Provin­ cial de Navarra— se ha ejecutado a la letra, de modo que nuestros misioneros se hallan en el día con absoluta autoridad sobre los indios, y con sola la dependencia de aquel Gobernador, sin que en' esto se mezclen otros ministros reales» 40. 40. C ircu la r del P ro vincia l P. Matías de R incón, 22 de diciembre de 1779 (A rc h . P rov. Cap. N a v ., carp. Maracaibo),