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nías de Mérida y La Grita, extendiéndose por el Oeste hasta el río Apon y Perijá. Para doctrinar aquellos bárbaros era condición indispensable ir primero a recogerlos de montes y breñas y avezarlos a vivir en pobla­ ciones. Las Constituciones de la Misión establecen lo siguiente: «Para que los indios que se sacan de sus retiros y montes no se vuelvan a ellos por falta de providencia, se manda que antes de hacer entrada alguna para reducirlos, en el sitio que escogieren se hagan algunos al­ bergues, roces y sementeras, donde hallen que comer y hospedarse» 32. Las indecibles fatigas de los misioneros y la gracia divina dieron desde el primer momento crecido fruto. Así lo comunica el Provincial de Navarra a sus religiosos: «Hállome con carta del P. Prefecto de nuestras Misiones de Maracaibo, en que me da cuenta de los copio­ sísimos frutos espirituales que el infatigable celo de nuestros misionis- tas cogen en los indios que llaman Motilones, que, siendo tan feroces por su naturaleza, en el día se han humanado y civilizado tanto, que voluntariamente se han ofrecido, y ofrecen continuamente, instando a nuestros misionistas que les hagan poblaciones, para que, domestica­ dos, puedan vivir juntos e instruirse en los dogmas de nuestra santa Fe católica, que con ansias desean abrazar. »En atención a estos buenos deseos ha dado el Rey Nuestro Señor las más acertadas providencias para fundarles algunos pueblos, fran­ queando a este fin inmensos caudales de su real Erario; de modo que con esíta tan cristiana liberalidad y el celo infatigable de nuestros mi- sionistas se han fundado los pueblos: 1.° San Buenaventura; 2.° el de San Carlos de Zu lia; 3.° San Luis de Escalante; y además de estos hay otros dos pueblos formados de indios: el 1 .° con la advocación de Nuestra Señora de los Dolores; 2.° de N. P. San Francisco; y el 3.° que intentan formar con la advocación de San José de Leonisa no lo pueden hacer si no se les envía otro misionero, que les hace notable falta. »En las proximidades de Perijá —me dice también el P. Prefecto— que se ha ofrecido voluntariamente una multitud de indios, que desean poblaciones para establecerse en ellas, a cuyo fin están trabajando con insaciable actividad nuestros religiosos, que no cesan de dar gracias a Dios por las grandes misericordias de que usa con estos miserables indios» 33. 32. Constituciones de los PP. Misioneros de Maracaibo, c a p . 7. 33. Circular del Provincial P . Matías de Rincón, 6 de noviembre de 1778 (Arch. Prov. N a v ., carp. Asuntos Prov.). LOS CAPUCHINOSDE NAVARRA Y GUIPÚZCOA EN ACCIÓN 385