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da gestión se encomendó al P. Celedonio de Calahorra, Definidor Ge­ neral. El P. Calahorra, en un memorial elevado al Consejo de Indias, expresa que los religiosos de la provincia de Navarra y Cantabria han hecho repetidas instancias en sus capítulos y congregaciones sobre que se les emplease en las Misiones de América y reducción de aquellos infieles, asignándoseles territorio para ello, sin perjuicio ni competen­ cias con las demás Religiones mantenedoras de Misiones en aquellos reinos. Mientras esta negociación se llevaba en Madrid, en el Nuevo Reino de Granada un navarro ilustre, don Sebastián de Eslava, de acuerdo con el Vice-Prefecto de la Misión de Santa Marta y Maracaibo, asi­ mismo navarro, daba todos los pasos e informes para que el Consejo de Indias decretase la nueva Misión, sin consulta alguna previa con el Comisario General de las Misiones de los capuchinos en Améric?. 12 No obstante el celo de los capuchinos valencianos, la Misión de Santa Marta y Maracaibo atravesaba una situación sumamente preca­ ria por la escasez de misioneros. Por aquellos días, el P. Francisco de Catarroya, misionero de Riohacha y Maracaibo, dirigía un memorial al Rey pidiendo más religiosos, por ser insuficientes los ocho Padres de Valencia que allí había, para atender a tan dilatada Misión. A 31 de enero de 1747, el Virrey Eslava informaba a la corte sobre el poco fruto que se lograba en la conversión de los indios gentiles de las provincias de Maracaibo y Santa Marta; pide al Rey, en conse­ cuencia, la división de las expresadas Misiones, dejando la de Santa Marta al cargo de los actuales misioneros de la provincia de Valencia, y adjudicando la de Maracaibo a los capuchinos de Navarra y Can­ tabria. El 3 de marzo de 1749 el Señor Obispo de Santa Marta informaba LOS CAPUCHINOSDE NÁVARRA Y GUIPÚZCOA EN ACCIÓN ¿75 12. Don Sebastián de E sla va había nacido en E n é riz, provincia de N a v a ­ rra. Ostentaba los títulos de Señor del lug ar de E g u illo r, Caballero del O rden de Santiago, Gentilhom bre de Cám ara de S. M ., Capitán de los Reales E jé rc i­ tos y de las Costas y E jé rcito de A n da lu cía , D irecto r General de la Infantería, y Secretario de Estado y del despacho universal de G uerra. Sus raros talentos m ilitares brillaron particularmente en la heroica defensa de Cartagena de Indias contra la armada inglesa, siendo v irre y del Nuevo Reino de G ranada (1740-1748). E l Gobierno español prem ió tan señalado servicio nombrándole marqués de la Real Defensa. M u rió en M adrid el 21 de junio de 1759, a los 75 años de edad. Don Sebastián de Eslava era tío carnal de don Gaspar de E sla va , gran bien­ hechor y devoto de los capuchinos .