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de Fuenterrabía, el cual, viendo el poco fruto que sacaba y la ninguna subsistencia que prometía la población de San Miguel Arcángel, por él fundada con indecibles sudores y fatigas, enfermó de sentimiento y se imposibilitó para el ministerio l0. El Hermano Fray Sil verio de Corella fué el fundador de la con­ versión de la Concepción de María Santísima en el valle de Ana- coyar 11. 2. Los capuchinos navarros, que tan importante ayuda habían prestado durante largo tiempo a las Misiones de las demás provincias españolas, solicitaron territorio aparte, donde ocuparse en la conver­ sión de los infieles. En mayo de 1734, el religioso lego Fr. Silverio de Corella, vuelto ya de las Misiones de Cumaná, presentó al Definitorio un memorial suplicando se erigiese por la provincia de Navarra Misión aparte, se­ parada de las demás de España, por ceder esta Misión en la mayor honra y gloria de Dios y bien espiritual de las almas de aquellos po­ bres infieles. Accediendo a esa solicitud, los Superiores resolvieron erigir Misión de doce religiosos de la provincia y que en adelante la nueva Misión se mantuviese con religiosos de Navarra y Cantabria. El P. Félix de Ablitas, primer Definidor, y el Hermano Fr. Silverio fue­ ron enviados a Madrid a presentar el proyecto en el Consejo de Indias. El Consejo de Indias consultó el caso con el Comisario General de las Misiones capuchinas en América; el Comisario General echó por tie­ rra los proyectos de los navarros. En 1741 se hizo nueva tentativa por parte de los misioneros nava­ rros residentes en América para establecer misión propia, quedándose ellos con Maracaibo; pero el Obispo de Santa Marta la desbarató. En 1744, el Provincial P. Ildefonso de Cortes lleva el asunto al Capítulo. Por unanimidad de votos, el Capítulo decide que, puesto que todas las provincias de España tenían sus Misiones aparte cada una en la América, con copioso fruto de las almas y utilidad grande de las mismas provincias hispánicas, era muy conveniente que también la provincia de Navarra y Cantabria la tuviese, para gloria de Dios, de la Monarquía y de la propia provincia; y que, por tanto, se enviasen a Madrid dos religiosos, los que parecieren más hábiles, para facilitar la expedición de este negocio con el Consejo de Ordenes. Esta delica- 10. Misiones de Padres Capuchinos de Venesuela, p. 209. 11. llid ., p . 212. 374 LA ANTIGUA PROVINCIA CAPUCHINA DE NAVARRA Y CANTABRIA

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