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monumentos antiguos y de mucha veneración de N. P. S. Francisco y de Santa Clara». Pasan por Montefalco, Espoleto, Terni, Narni, Orta, Viterbo, Cam- paniano. «Día 26, víspera sábado de Ramos, salimos de Campaniano en compañía del R. P. Provincial de Castilla Fr. Fidel de Los Arcos, del Reverendo P. Provincial de Valencia, Fr. Domingo de Onteniente, y de un custodio de su provincia con sus compañeros. Hicimos colación a mediodía en una hostería muy devota, y nos dieron con mucha caridad pan y vino bueno; lo demás lo sacamos del convento. Llegamos a Roma a las cuatro de la tarde sábado de Ramos; hay 23 millas hasta el con­ vento. Salieron al camino dos millas de Roma a recibirnos el P. secreta­ rio español, Fr. Fidel de Santurce, de la provincia de Castilla; el se­ cretario italiano Fr. Alejandro de Francavilla, Provincial de la provin­ cia de Otranto, del reino de Nápoles; el P. Fr. Gregorio de Zaragoza, secretario del Rmo. P. Procurador General, de la provincia de Castilla; y otros Padres de Roma; y en una hostería tomamos una parvedad, con buen vino de moscatel de España, y descansamos un rato. Después par­ timos juntos al convento, y entramos en la ciudad por la puerta del Pópulo. 2. El año 1768 se celebraron en todos los conventos de la provin­ cia las fiestas de canonización de san Serafín de Montegranario y de beatificación del beato Bernardo de Corleón. En Pamplona se dió comienzo a esas funciones el 25 de setiembre. Ese día se cantó misa solemne en la Catedral, y en ella predicó de ambos Santos el P. Tomás de Burgui «con tal propiedad, eficacia y energía, que llenó la expectación del concurso innumerable» '. Concluida la función de iglesia, veinte religiosos, esto es, la mitad de la Comunidad, fueron a Palacio a comer con el Sr. Obispo, lltmo. Se­ ñor Irigoyen; a los demás religiosos se los llevaron algunos canónigos a sus mesas, como lo hicieron en ocasiones anteriores. Por la tarde, cerca de las cuatro, salió la procesión de la Catedral, con asistencia del Sr. Obispo, del Cabildo catedral y Cabildos parro­ quiales, y del Ayuntamiento de la ciudad con todos sus gremios. A esta función en la Catedral siguió un solemne novenario en la iglesia del convento, según el estilo que se había observado en otras canonizaciones. 352 LA ANTIGUA PROVINCIA CAPUCHINA DE NAVARRA Y CANTABRIA (I) Catálogo de los Capítulos, p. 189.