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»Nos detuvimos en este ciudad algunos días a descansar, tomar nuestras providencias y ver las cosas notables que hay en ella... »Nuestro convento es grande y con todas las conveniencias; buenas huertas y jardines, abundancia de fuentes y agua, que la llevan por su pie a las oficinas del refitorio, cocina y sacristía. Tienen en él pelairía para la fábrica de los sayales, con lavadero y batán dentro del convento». El 16 de febrero están en Milán. «Vimos el hospital de la ciudad, que es magnífico y asisten en él doce capuchinos, para auxiliarles en lo espiritual». El día 23 llegan a La Abadía. «El convento es curioso y se lo fabri­ có a los capuchinos la casa Farnesio... El Duque de Parma le da cuanto necesita para la manutención de la comunidad con mucha abundancia, sin que pidan limosna los capuchinos. Nuestro Rey Carlos 111, cuando fué duque de Parma, señaló a los capuchinos de este convento, para su manutención, veinticuatro mil libras o liras anuales, con que lo pasan con mucho regalo... «En este convento hallamos al P. Fr. Miguel de Pamplona, español, hijo del Señor González, gobernador que fué de Pamplona, y de madama Grini. aya de la Princesa de Asturias, el cual fué coronel del regimiento de Murcia en el siglo, y después de las guerras de Italia tomó el hábito en la provincia de Parma. Nos cortejó mucho y hablamos de largo de las cosas de España y de nuestro país». Siguiendo por Módena y Cesena llegan a Ancona. «El convento de Ancona está en lo último y más eminente de la ciudad en la cima de un monte... »El P. Guardián de Ancona nos cortejó mucho y me hizo la diligen­ cia, por medio de un amigc suyo, de tres libras de tabaco de España muy rico, por veinticuatro misas ; con que tuvimos provisión para todo el viaje. Este Padre Guardián estuvo en nuestra provincia en los con­ ventos de Rentería y Fuenterrabía, viniendo de las misiones del 1 ibet, donde le cortejaron mucho, siendo guardián de Rentería nuestro P.'fray Matías de Los Arcos, y de Fuenterrabía el P. fray Esteban de Vera, y está muy agradecido. Es varón amable y virtuoso». El 10 de marzo nuestros viajeros están en Loreto. «Vimos la Santa Casa... Hay obispo y canónigos... Los capuchinos son los sacristanes, que tienen las llaves, y cuidan de abrir y cerrar la capilla, y la barren de rodillas todos los días». Desde Loreto, por Macerata, Tolen;tino, Foligno y Spello, parten para Asís, adonde llegan el 16 de marzo. «Visitamos las memorias y LOS CAPUCHINOSDE NAVARRA Y GUIPÚZCOA EN ACCIÓN 351

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