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Definidores se detuviesen allí para honrar la fiesta con su asistencia. Los Padres accedieron a aquel deseo. La función religiosa se hizo en la iglesia parroquial con misa y sermón, que predicó el P. Celedonio de Calahorra. El Predicador dió al Ayuntamiento y Cabildo las debidas gracias por los favores que habían hecho a la Religión de los capuchinos. Quedó por primer Guardián de aquel convento el P. Joaquín de Cintruénigo, Custodio primero; y por Vicario el P. Pedro de Tafalla; se colocaron de familia otros cinco sacerdotes, un lego y un donado. 6. Pasados dos meses después de haberse instalado los religiosos en la basílica de la Blanca, se iniciaron gestiones para mudar el con­ vento dentro de la misma villa. Había razones para hacerlo. Aquel sitio quedaba muy distante del pueblo; en esa distancia mediaba una cuesta muy áspera; de fijarse allí en forma definitiva el convento, sería grande el trabajo y fatiga de los religiosos al tener que emplearse en confesar en la parroquia, en ayudar a bien morir y en hacer las limosnas acos­ tumbradas. Por otra parte, a los vecinos se les haría difícil frecuentar el convento para oír misa y recibir los Sacramentos, por la dicha distancia, con lo cual se malograba el fin que se tuvo en la fundación. En vista de estos inconvenientes, los Superiores de la provincia pidieron al Ayuntamiento y Concejo de Lerín diesen su consentimiento para edificar el convento dentro de la misma villa. Convocóse el Con­ cejo el día 13 de febrero de 1735 para tratar de la proposición; y lo acordado fué que se trasladara el convento y se señalara sitio dentro de la misma villa para la edificación del convento Se reconocieron varios parajes; y al fin vióse que el más conve­ niente y cómodo para el emplazamiento del convento era al lado del portal que mira a Larraga, en un sitio que ocupaban dos casas, algunos corrales y vagos de diversos dueños; y éste se señaló por las autorida­ des de la villa y el P. Provincial, de común acuerdo. Los religiosos comenzaron luego a solicitar las limosnas de los fieles para la nueva fábrica del convento, el cual, con su iglesia, estuvo terminado el año de 1753. Ese mismo año, a 9 de setiembre, se verificó la traslación del Santí­ simo a la nueva iglesia. Al solemne acto asistió toda la Definición, mas algunos Padres de otros conventos. Concurrieron también el Cabildo eclesiástico y el Ayuntamiento, y todas las cofradías del pueblo con sus estandartes. «Para la función llegó toda la música de la capilla de Falces, que se ofreció a asistir de limosna a súplica del P. Guardian del convento, y a disposición y permiso del Sr. Chantre y Muy Ilustre Cabildo de LÓ S CAPUCHINOS DE NAVARRA Y GUIPÚZCOA EN ACCIÓN 2 9 7