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158 LA ANTIGUA PROVINCIA CAPUCHINA DE NAVARRA Y CANTABRIA »C on esto, y con muchas palabras de cum p lim ien to y cortesía, se desp id ió de nosotros y nos d ió la carta que rem ito a V . Iltma.» 9. En su carta a la D ipu tación , el P . General anunciaba a los d ipu ­ tados que enviaba al P rovin cia l de A ragón y a los Guardianes de Tudela y Rentería a satisfacer de palabra a los cargos con ten idos en el m e­ morial que se le entregó en Madrid. «O yéndoles, quedarán Vuestras Señorías Ilustrísimas apaciguadas cuanto a lo que yo, en atención a la interposición de su autoridad, en esta materia he ob rado, a gusto, sa­ tisfacción y p rovecho de los súbditos que son naturales suyos, aunque, por razonables causas, no haya celebrado cap ítu lo en esta provin cia . Con que me persuado quedarán satisfechos de mi buena voluntad, porque a más de aquello que he hecho no se extiende lo posible de mi au toridad». 3. La visita del General M on calieri no d evolv ió la paz a la p ro ­ vincia de A r a g ó n ; antes bien el desasosiego de los ánimos sigu ió en aumento. Los navarros dejan oír nuevamente sus quejas por el trato que reciben de los aragoneses, y se convencen cada d ía más que aquel estado de cosas no puede tener fin sino con la separación de unos y otros. En ningún momento los religiosos navarros tratarán de imponer esa solu ción , pero sí de llevarla a la persuasión de los prelados de la Orden, que son, en definitiva, los llamados a resolverla. El R eino, sea reunido en Cortes generales, sea por m ed io de la D ipu tación que las representa, hace suya la causa de sus naturales y la defiende ardoro­ samente ante las autoridades de la O rden capuchina, ante el cardenal Protector, y aún ante el m ismo R om ano Pontífice. En abril de 1642, uno de los síndicos de la D ipu tación se presenta en Z a ragoza y, en nombre de aquella ilustre C orporación , p ide al C a ­ p ítu lo P rovin cia l la separación de Navarra constituyéndola en custodia. Contestaron el P rovin cial y Definidores d iciend o que, si bien la sepa­ ración propuesta no era fa ctib le en aquel cap ítu lo, con ocían ser tan precisa esta separación para ambas naciones, que se ofrecían y empe­ ñaban a solicitarla con instancia en el cap ítu lo general. E l cap ítu lo general reunióse en R om a el año siguiente, pero sin la asistencia de los V o ca le s españoles, excep to los de Cataluña y un Custodio de A ragón com o arriba queda d ich o. U n o de los años 1643-1644 se hace intervenir en el asunto a Fray F rancisco de Pamplona, para que p roponga al Capítulo, reunido en 9 . Ibid.