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LA ANTIGUA PROVINCIA CAPUCHINA Dii NAVARRA Y CANTABRIA 4. Cuando el Custodio propusiese en el cap ítu lo alguna fundación en el reino de Navarra o P rovin cia de G u ipú zcoa , siendo la m ayor parte de los navarros y gu ipuzcoanos de parecer que se funde, dando sus votos para ello, la tal fundación se dé por votada y adm itida. 5. La provin cia de Castilla quede en toda libertad para elegir P ro ­ vincial al más benemérito que juzgaren de todos las tres n a c ion e s: castellanos, navarros y gu ipuzcoanos. 2. El P. General recib ió el memorial y se lo guardó ; mas no qu iso tomar resolu ción en la materia sin o ir prim ero a los Superiores de la provin cia , escuchar sus descargos y form ar ju icio. P o co s días después de la referida entrevista, el P . Juan de Mon- calieri partió para Z a ragoza . L legado a esta ciudad —mediados de ju ­ lio de 1640— , con v o có al D efin itorio, a los Padres de mayor autoridad de la provin cia y a los Guardianes y D iscretos de Rentería y Tudela. R eun idos todos, in icióse una discusión razonada, especie de ju icio con ­ tradictorio, con el ob jeto de esclarecer los hechos con ten idos en el me­ m orial. La discusión — observa el P. General— se llevó «sin con tra­ d icción alguna, sino con religiosa y uniforme voluntad, apoyada en la pura verdad ». Los reunidos — añade— «me han dado plena satisfac­ ción y respuesta a todo lo con ten ido en el memorial)) 3. La D ipu tación de Navarra, al saber que el P. General iba a pasar por A ra gón , envió dos caballeros del reino a Z a ragoza a besar la mano a Su Reverendísima y suplicarle con vivas instancias la con clusión de esta materia. A qu ellos dos com isionados eran el licen ciad o don Luis de Mur, d ipu tado del R eino, y don Jerónim o de Cabanillas, que lo había sido el trienio anterior. Del resultado de aquella entrevista daba cuenta a la D ipu tación el licen ciado Mur en estos té rm in o s: «En cumplim ien to de lo acordado por V . Iltma. fu im os don Jeró­ n im o de Cabanillas y y o a Z aragoza , donde habernos estado d o ce días cabales... »E l m ismo día que llegó el General le hablam os y d i la carta de Vuestra Iltma., que recib ió con mucha estim ación ... Esta con feren cia fué larga, porque du ró tres horas y así hubo tiempo para discurrir sobre todos los puntos de la legacía. »D espués de haber propuesto a Su Rvma. el intento de V . Iltma. y 8 . Carta del P. M on calieri a la D iputación de Navarra, Zaragoza, 29 de ju lio de 1640 (A rch. de N a v ., 1 . cit.).

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