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agosto se buelva al depósito, los que les reparta el regim iento de d ich o lugar y el Señor dél vea si cumple con esta d isp osición .» A l co leg io de los Padres Jesuítas de Tarazona deja tres m il sueldos jaqueses para que con ellos se haga una lámpara de plata para el altar de san F rancisco Javier, «y con lo que sobrare se haga un frontal y casulla para servicio del altar». A ello añade cuatrocien tos sueldos para celebrar la primera fiesta del d ich o Santo para cera y música. A las cuatro parroquias de la ciudad Je Tarazona deja o ch o mil sueldos, que los ejecutores testamentarios deberán repartir en pobres vergonzantes. El Hospital de Sancti Spiritus de la misma ciudad recibe dos m il sueldos jaqueses. D eja de limosna y gracia especial al convento y monjas de San Joa­ quín, Carmelitas Descalzas de dicha ciudad de Tarazona, m il sueldos jaqueses. Los enfermos pobres del Santo H ospital de la ciudad de Pamplona son ob jeto de una atención más delicada. D ich o Hospital cobrará del señor P rior de Navarra hermano de Fr. Francisco, los bienes siguien­ tes, propiedad del testador : «Primeramente una tapicería de Raz de siete o och o paños de figu­ ras grandes. D o ce sillas con cueros de M oscobia. D os bufetes de lo m ismo. O tros dos bufetes de nogal. D os tablas de manteles grandes de Flandes. D os docenas de servilletas de lo m ismo. Dos candeleros de plata. Dos salcerillos y un vernegalico de plata. Y cobrados, haga de ellos a su prop ia volun tad .» Una cláusula especial del testamento contiene un delicado obse­ qu io a uno de sus hermanos : «D e jo de gracia especial al d ich o señor D on Martín de R edín P rior de Nabarra mi hermano, el espadín, vanda y cadena de oro que Su Magestad del R ey nuestro Señor, que D ios guarde, me d ió, lo qual está en poder del d ich o señor P rior.» Deja por herederos universales de todos sus bienes muebles e inmuebles al doctor don D ieg o Andrés de U rru tigoiti, Deán de la Santa Iglesia Catedral de Tarazona, -a doña Juana de Beaumont, viuda de don D ion isio de Eguaras, a M iguel Trulán , al doctor F rancisco L ópez de Murillas, jurista, y a Bernardo X im en ez del Corral, todos vecinos y d om iciliados en la ciudad de Tarazona, con ob liga ción de «que cumplan todo lo con ten ido en el presente mi testamento y lo demás que tengo tratado con los dichos señores d octor Joan F rancisco de LOS CAPUCHINOS DE NAVARRA Y GUIPÚZCOA EN ACCIÓN 131