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LA ANTIGUA PROVINCIA CAPUCHINA DE NAVARRA Y CANTABRIA (dn Dei nom ine Am en . Sea a todos manifiesto cóm o toda persona en carne puesta de la muerte corpora l escapar no puede, y no haya en este mundo cosa más cierta que aquella ni más incierta que su hora ; por tanto, quiero yo, fray F rancisco de Pamplona, religioso n ov icio en el convento de los capu ch inos de la ciudad de Tarazona, llamado en el siglo don T ibu rcio de R edín , caballero, señor de R edín y barón de B igüezal, estando bueno de mi persona y, a D ios gracias, en mi buen seso, firme memoria y palabra manifiesta, queriendo prevenir el día de mi fin y muerte, y porque entre mis deudos y herederos sobre mis bienes no sean m ov idos pleitos, cuestiones ni in ciden tes..., revo­ cando y anulando... todos y cualesquiera testamento o testamentos, cod e cillo o cod ecillos y otras últimas voluntades por m is bienes y haciendas antes de ahora hechas y ordenadas, ahora de nuevo hago y ordeno el presente mi testamento, última y postrimera voluntad, orde­ nación y d isposición de todos los d ichos mis bienes y hacienda, muebles y sitios, ... en la forma y manera sigu ien te:» Redín , en prim er lugar, deshereda a sus parientes, dándoles por derecho de legítima herencia, según fuero del R ein o de A ra gón y fueros y leyes del R ein o de Navarra, a cada uno de ellos cin co sueldos jaque- ses por bienes muebles, y sendas robadas de tierra en los montes comunes de la ciudad de Tarazona por bienes raíces. E l testamento detalla algunas piadosas mandas y legados dejados por el te sta d o r: A doña Juana María de Jesús su hermana, religiosa en el conven to de 1as descalzas de la ciudad ele Pamplona, deja m il sueldos jaqueses. A su hermana doña María de R edín , m on ja en la villa de Lumbier, deja mil sueldos jaqueses. A su madre doña Isabel Cruzat deja cuatro m il sueldos jaqueses, más m il y doscien tos sueldos jaqueses para que a su voluntad reparta en sus criadas. Las cuatro parroquias de Pamplona reciben de la munificencia del Señor de R edín , cada una cuatro m il sueldos jaqueses, para que se den a los pobres vergonzantes de cada una parroqu ia. Para repartir­ los nombra a los V ica rio s de cada parroqu ia y al D octor D on M iguel Cruzat, can ón igo de la Iglesia Catedral de Pamplona. Los niños huérfanos de la C iudad de Pamplona reciben dos m il sueldos jaqu eses; y los pobres de la cárcel, dos mil sueldos, que ha­ brán de repartirlos D . Martín de Salinas y el D octor D . M iguel Cruzat. A l 1ugar de Reclir. y a sus moradores deja doscien tos robos de trigo, «los cuales — d ice— qu iero y es mi voluntad que se depositen en un granero para que el d ich o lugar los tenga para repartirlos entre los vecinos al tiempo de sembrar, con ob liga ción que al tiempo del