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A MODODEPRESENTACIÓN 47 Hay que decir que 22 días antes (6 de diciembre de 1892) el P Visitador había escrito a todos los capuchinos españoles una circular en la que entre otras cosas dice actuar “usando de las facultades a él concedidas plenarie delegatce ” y pide nombres los más aptos para provinciales, definidores y custodios generales. Si bien la forma del nombramiento de superiores de las tres Provincias causó malestar en bastantes religiosos, se hizo notar muy especialmente en algunos hermanos de la Provincia de Toledo. Según el P. Ambrosio de Valencina, definidor y guardián de Masamagrell, ya a los 20 días se había extendido el rumor en toda la Provincia de que las elecciones eran nulas. Y de hecho, con la firma de todos los superiores provinciales y locales, se envía en febrero una carta a Roma consultando sobre la validez de dichas elecciones. Esta carta colectiva llegó a la Sagrada Congregación y, lógicamente, la Curia General también fue sabedora y consultada. La respuesta (9 de marzo de 1893) a los firmantes llegó del Ministro General que con su Definitorio ratifica las facultades dadas al Comisario y que, por lo tanto, las elecciones son válidas. El 19 de marzo es el mismo P. José Calasanz quien escribe a todos los firmantes de la Provincia de Toledo, aclarando su cargo de Comisario adnutum, es decir temporal y transitorio y no al estilo del antiguo Comisariato Apostólico; pide también que los recursos se hagan por vía de la Orden y sin inmiscuir a personas ajenas. Todo esto se hizo oficialmente, a través de los superiores provinciales y locales. Pero poco más tarde se tramitaba y se imprimía la tristemente famosa denuncia, llamada Magna Expositio. * * * * * Algunas opiniones sobre el manuscrito Juicios del P. Basilio de Rubí en El Pare Calasang de Llevaneres i la Restaurado de les Provincies Caputxines Hispanes, en EstFranc 94 (1993) pp. 1-183. Teniendoa la vista el trabajo del P.Alberto deGalaroza (Alberto González Caballero) Etapas conflictivas... y el manuscrito del P. Cayetano que transcribimos, emite algunas opiniones al respecto: “Escribir alegaciones era elfuerte del P. Cayetano, tanto en Ibarra como en la Península

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