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L o s M isioneros en C a r o lin a s y en A m é r ic a L a tin a 295 Todos somos pecadores; el que no peca en una cosa, peca en otra; todos som os mortales; tod o s hemos de com parecer ante el Juez Sup rem o, a lgun os ya le han ren d id o cuen tas, n o s o t r o s se las rendiremos, y quizá dentro p o c o , y tod o s nos someteremos a su fallo. Me parece que no seré condenado por haber reprobado el régimen de los Llevaneras, y la conducta de la Curia Generalicia en los asuntos de España, y la que me afecta a mí personalmente. Este es mi parecer, ésta es mi conv icción , y lo mismo creo en orden a los PP Bernabé de Astorga y Lorenzo de Mollina, y a otros varios. No guardo a nadie ningún rencor; a todos he perdonado y perdono. Deseo la prosperidad y grandeza de la Orden, y que realice en el mundo la misión que se propuso su gloriosísimo padre y fundador San Francisco de Asís. Tendría gusto en volver al claustro donde me he criado, pero no como el hijo pródigo que vuelve a la casa paterna después de sus extravíos, sino com o vuelve a su patria el buen ciudadano que ha cumplido su deber: con la frente alta; sin vanagloria, sin arrogancia; pero con honor y dignidad. Pero esto que sería un acto de justicia es difícil se realice. El choque no ha sido con religiosos particulares, sino con los mismos Superiores Mayores, y no por causas livianas ni por causas aisladas, sino por causas muy graves y numerosas. Se impugnaba todo un régimen y se combatía en nombre de las leyes de la Iglesia y las de la Orden. En esta lucha se ha descendido al terreno de la calumnia y el Ministro General no ha querido oír a los calumniados en ningún tiempo y se ha propasado a imponer a los acusados los más graves y deshonrosos castigos, y ha hostilizado a los defensores de la inocencia de los calumniados. Los sucesores de tan desatentados [sicj Superiores ¿están dispuestos a hacer justicia aunque queden mal parados sus predecesores?. Mucho lo dudo; pero si entraran en camino francamente reparador, por mi parte, no fracasarían las gestiones que para esto se iniciaran. Pero esta iniciativa no la tomaré yo porque bajo todos conceptos soy la víctima, y no me corresponde tomarla. A quienes corresponde en justicia es a los sucesores de los que han sido en estas cosas malos pastores y no han querido ser ni jueces siquiera: también pueden valerse de tercera persona.

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